donostia - Un centenar de contenedores de basura de fracción resto (los que no están destinados al reciclaje) serán dotados de sensores para evitar los riesgos más habituales que afectan a estos depósitos, como los incendios, así como para mejorar el servicio, gracias a que se conocerá en todo momento la carga que tienen y se podrán vaciar en función del contenido. La junta de gobierno del Ayuntamiento de Donostia aprobará hoy suscribir un convenio con la Diputación con el fin de colocar estos sensores en los contenedores y, si la experiencia resulta positiva, extender la medida a toda Gipuzkoa.

El acuerdo entre el Ayuntamiento y el departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación se basa en el plan foral de residuos urbanos, que contempla que la recogida de basura se lleve a cabo mediante cinco contenedores, cuatro de ellos de materiales reciclables (vidrio, papel, envases y orgánico) y el quinto para los que no se recuperan.

El Ayuntamiento explica que los contenedores necesitan una adecuada gestión que garantice su eficacia y, para ello, es necesario evitar los riesgos más habituales que les afectan como son los incendios. Según señala el dictamen que prevé aprobar hoy la junta de gobierno local, “la gestión de los contenedores comprende no pocas acciones que van desde su compra, mantenimiento y lavado, hasta su periódico vaciado, reparación o desecho”.

Según estima el Consistorio, es posible reducir costes en muchas de estas acciones, así como ofrecer un servicio con mayor calidad y eficacia, “si se dispone de la información adecuada en el momento preciso”. Los sensores electrónicos son capaces de calcular el nivel de llenado y la temperatura ambiente, por lo que pueden aconsejar que, en determinado momento, no se recoja un contenedor, hasta que, por ejemplo, se llene más.

La alarma de la que disponen estos dispositivos permitirá también que los incendios, provocados o fortuitos, no vayan a mayores, y provoquen daños en el entorno como ha sucedido en más de una ocasión en las calles de Donostia.

La decisión de implantar sensores en un centenar de contenedores de fracción resto de Donostia obedece a que la capital guipuzcoana presenta “ventajas claras” para una experiencia de este tipo. El dictamen añade que en la capital guipuzcoana hay unas “tasas de recogida selectiva bajas, con un amplio margen de mejora” y, además, la población de Donostia supone una cuarta parte de la de Gipuzkoa “lo que facilitará en el futuro la extensión de la experiencia”.

38% de recogida selectiva Según el Informe Anual de Sostenibilidad de la Fundación Cristina Enea, en Donostia se generó el pasado año un 1% más de residuos que en 2015, lo que rompe la tendencia de los últimos ejercicios. Además, los datos señalan que la recogida selectiva supone un 38% del total, un índice lejano al 60% que tiene marcado el Consistorio como objetivo.

Los datos recopilados dicen que cada donostiarra genera 1,19 kilos de residuos al día, de los que 0,45 corresponden a la recogida selectiva. La cantidad de residuos que aumentaron son precisamente los que acaban en vertederos.

La materia orgánica es recogida por 22.030 familias y 1.569 establecimientos, adscritos al programa Joko Garbia. En el año 2016 se computaron 1,9 millones de kilos de este desecho, un 3% más que el año anterior.