donostia - Las obras en el edificio Pescadería de La Bretxa para incorporar al mismo, entre otras dotaciones, el ambulatorio que dará servicio al Centro y la Parte Vieja y una cancha deportiva para el disfrute de los vecinos del barrio, no comenzarán hasta 2018, ya que todavía no se ha rematado la modificación del Plan Especial para el citado ámbito, trámite necesario para dar inicio a las intervenciones previstas.
Según fuentes municipales, el área de Urbanismo tiene ya muy adelantado el documento, por lo que se espera que pueda presentarse para su aprobación el próximo mes.
Este es un paso obligado para que el Ayuntamiento dé comienzo a la parte de obras de su competencia que, en líneas generales, son las actuaciones previas de derribos internos, división de espacios y de preparación de las redes de servicios.
La demora en la elaboración del Plan Especial ha provocado que no se cumpla con los plazos previstos, que marcaban que las citadas obras se ejecutarían antes de finalizar el año en curso.
“Hay un retraso en el calendario, y aunque vamos a intentar avanzar con la mayor rapidez posible, toda la obra sufrirá un retraso”, señalaron las fuentes municipales.
Posteriormente cada administración competente se hará cargo del espacio que debe de acondicionar. Hace un año, en septiembre de 2016, el Gobierno local acordó otorgar la concesión administrativa por un plazo de 75 años al Gobierno Vasco, que afectaría a parte del edificio, la que se convertirá en ambulatorio. Esta concesión se formalizará en un breve espacio de tiempo, siendo ese un paso previo de obligado cumplimiento para la ejecución de las obras.
bar provisional Este retraso explica, en parte, el hecho de que la junta de gobierno vaya a aprobar hoy dar continuidad a la concesión administrativa para que el bar Korneer siga desarrollando su actividad en la planta de calle del edificio de Pescadería, en un local de 96 metros cuadrados de superficie.
La concesión se ha otorgado por el plazo de un año, concretamente hasta el 31 de octubre de 2018, que podría ser objeto de prórroga expresa si para entonces no se hubiera dado inicio a las obras necesarias para la instalación de los nuevos usos.
En el caso de que dichas obras dieran comienzo antes de que el contrato llegue a su fin, se ha establecido que el concesionario deberá desocupar el local cuando así se le reclame.
Otra de las razones esgrimidas para prorrogar el contrato es que, de este modo, el edificio segirá teniendo algún uso, ayudando a que se mantenga en mejores condiciones que si permaneciera totalmente cerrado.