donostia - El reciente inicio de las obras de rebaje de la cuesta de Cristina Enea ha conllevado el cierre de la senda que une las dos pasarelas peatonales que llegan hasta el parque. Por ello, se ha habilitado un nuevo trayecto alternativo por el interior de la finca del colegio de Mundaiz. “No sabía nada y me he encontrado con que está cerrada la senda que uso cada día para acercarme desde Riberas de Loiola hasta el Centro”, señaló ayer una joven donostiarra habitual del parque, que ve con buenos ojos la obra aprobada por el Ayuntamiento, a petición de la asociación de vecinos de Riberas de Loiola, Kalapie y entidades de personas con discapacidad. Estos grupos reclamaron al Consistorio hace años reducir la cuesta de Cristina Enea, que tiene pendientes de hasta el 17%, aunque la diferencia entre los extremos del camino es del 6,8%. El trayecto, por lo tanto, no cumple con la Ley de Accesibilidad, que sitúa en un 6% la inclinación máxima.

“Es una cuesta resbaladiza y cuando llueve hay personas mayores que tienen dificultades, sobre todo para descender”, dice la joven, que estrenó ayer el camino alternativo por los terrenos del colegio Mundaiz, que deberá usar durante el periodo que duren las obras, previsto en doce semanas. El Consistorio estima que la obra estará finalizada en agosto.

La obra, sin embargo, también tiene sus detractores, como el propio departamento municipal de Parques y Jardines, que emitió el pasado año un informe desfavorable, ya que la actuación conlleva la desaparición de cerca de medio centenar de árboles que, según los planes, serán repuestos, aunque necesitarán largos años para alcanzar el porte de los actuales. El grupo municipal de Irabazi, por su parte, también ha criticado el inicio de estas obras y ha recordado que el parque que legó a la ciudad el Duque de Mandas está catalogado en el Plan Especial de Patrimonio Urbano Construido (Peppuc), por lo que debería contar con unos informes específicos que, según sostiene, no existen.

evitar la trinchera De cualquier modo, la obra ya ha comenzado y un elevado número de árboles han sido talados para llevar a cabo la actuación, que consiste básicamente en rebajar el actual camino, ensancharlo hasta los tres metros, y reperfilar los lados para evitar el efecto trinchera, según explicó el concejal de Urbanismo, Enrique Ramos. Parte del muro que da al camino de Mundaiz también se ha derribado para acometer las obras.

Con la construcción de las dos pasarelas -Gladys del Estal, sobre las vías, y Mikel Laboa, sobre el Urumea, hasta Riberas de Loiola-, el parque de Cristina Enea comenzó a ser profusamente utilizado y el tramo entre ambos puntos, de 178 metros, se ha convertido en un atajo peatonal cada vez más utilizado por los donostiarras. Cuando se remodeló el parque, hace cerca de diez años, el camino se adaptó al terreno con el fin de minimizar en lo posible las afecciones a los árboles, grandes protagonistas del parque.

El uso de esta zona verde ha crecido tanto que desde el pasado mes de febrero se ha adelantado a las 6.30 horas de la mañana la apertura de las verjas, con el fin de dar respuesta a la asociación de vecinos de Riberas de Loiola, que reclamó un cambio de horario para hacer uso de los primeros trenes y autobuses de la estación de Atotxa. El cierre, por su parte, se retrasó a las 22.30, por el mismo motivo.