Legazpi de Arriba y Legazpi de Abajo
Legazpi es un pueblo encajonado en un estrecho valle. En cuanto ocuparon los terrenos situados junto al río, el pueblo se expandió hacia el monte. Así, tiene dos zonas bien diferenciadas: la de arriba y la de abajo.
Al igual que en el famoso anuncio de lavavajillas, en Urola Garaia también tienen un Villarriba y un Villabajo. En este caso, los dos están en el mismo pueblo: en Legazpi. El hecho de que este municipio esté encajonado en un estrecho valle hizo que muchos barrios se edificaran en la ladera del monte y ello ha provocado que haya dos centros neurálgicos: el de Kale Nagusia y alrededores y el de Laubide (la otra calle peatonal, la Kale Nagusia de arriba). Los comercios y los bares se concentran en esas dos zonas y los vecinos tienden a hacer vida social en la que les cae más cerca. El Ayuntamiento, por su parte, intenta cohesionar el municipio.
El presidente de la comisión de Territorio, Eric Gálvez, coincide en que es la orografía de Legazpi la que ha provocado la creación de dos zonas. “Hay dos zonas comerciales: la del centro y la de Laubide. Estamos diseñando el nuevo Plan Especial de Revitalización Comercial (Perco) y el objetivo de este proyecto es apoyar a todos los comerciantes, pero en el documento se recoge que hay dos zonas principales”.
En cada una de ellas disponen de casi todos los servicios necesarios, por lo que muchos vecinos de arriba no necesitan bajar y viceversa. El ambulatorio, la casa de cultura y el hogar del jubilado están a medio camino. “Yo soy de Urtatza y recuerdo que cuando era niño todos los locales situados más arriba del depósito de Urtatza estaban abiertos: había panadería, carnicería, pescadería, farmacia, mercería, tiendas de confección... Los hábitos de consumo han cambiado mucho y se han cerrado muchos comercios, es uno de los motivos por los que estamos diseñando el Perco, pero en la zona alta sigue habiendo muchas tiendas. Lo que pasa es que se han concentrado en Laubide. En la zona de abajo, en cambio, la zona comercial se ha expandido a la calle Patricio Etxeberria”.
Recuerda que cuando él era niño casi todas las compras las hacían en el barrio. “Apenas necesitábamos bajar, pero creo que los de arriba tenemos más tendencia a bajar al casco urbano que los de abajo a subir”. Esto no se debe solo a que, como es lógico, el casco urbano dispone de más servicios. “Un técnico de Ikerpartners, la empresa que va a redactar el Perco, habla de inercias gravitacionales. Dice que al comercio también le influye el estar arriba o estar abajo: es mucho más fácil bajar que subir, aunque después haya que subir para volver”.
Es función del Ayuntamiento conseguir que los vecinos de abajo suban y viceversa. Para ello, estos últimos años se han puesto en marcha diversas iniciativas. Las más importantes, de la mano del Plan de Movilidad. Por ejemplo, la implantación del autobús urbano Junetorri o la instalación de ascensores.
En cinco minutos También se organizan cada vez más actividades en la zona alta del municipio. “Hace poco hubo una ginkana, pero es curioso cómo en los actos que se organizan abajo participa más gente de la zona baja y en los que se desarrollan arriba son mayoría los de la zona alta. Creo que debemos superar esa división. Somos un único pueblo y esa barrera no tiene sentido. Es una barrera mental, no física. De Laubide a Kale Nagusia tardas cinco minutos, andando. Eso no es nada. Es el tiempo que necesitas en una gran ciudad para ir a cualquier lado, por muy cerca de tu destino que aparques”.
Afortunadamente, no es más que una cuestión de pereza: no hay rivalidad entre unos y otros. “Nunca ha habido pique, ni tópicos relacionados con unos y con otros”.
Y los vecinos de una y otra zona, ¿qué dicen? Begoña Mujika, de la tienda de electrodomésticos Alkain de Laubide, comenta que se establecieron en la zona alta del municipio porque en aquella parte no había nadie que arreglara electrodomésticos. “A nuestro comercio, a la zapatería y al Eroski viene mucha gente de abajo. Allí también tienen Eroski, pero aquí es más fácil aparcar. De todos modos, son más los que bajan que los que suben. A mí me gusta consumir también abajo, para cumplir con todos nuestros clientes. Por lo demás, hago mi vida arriba. Aquí tenemos casi de todo. Una de las pocas pegas es que solo tenemos un cajero y casi siempre está estropeado”.
Garbiñe Egaña, de la tienda de moda y complementos Kiska, lleva 20 años en Kale Nagusia. “Abrí la tienda en Latxartegi, pero después vine aquí porque es la mejor zona del pueblo. De todos modos, la mayoría de nuestros clientes son de abajo. Los de arriba tienen costumbre de quedarse allí. Los viernes, con motivo del mercado, se nota que anda más gente de los barrios. A los de abajo nos sucede lo mismo: solo vamos arriba a por algo en concreto. Hay gente que va al pintxo-pote de Laubide, pero yo no tengo costumbre. El colegio Domingo Agirre y la escuela de música también consiguen que unos suban y otros bajen”, concluye.