“El Panda Raid va a ser la aventura de su vida”

Errenteria - El Centro Integral de Formación Profesional Don Bosco de Errenteria participará por segunda vez en el rally solidario Panda Raid que arrancará el próximo 4 de marzo en Madrid. Seis días más tarde llegarán a Marrakech, tras atravesar desiertos y la cordillera del Atlas recorriendo mas de 5.000 kilómetros. Además, con esta prueba tendrán la oportunidad de ayudar a una pequeña comunidad de allí. Ayer, los alumnos de Don Bosco despidieron a los participantes de este año que en los días que quedan antes de ir a Madrid llevarán a cabo varios actos para recaudar dinero.

A pesar de que cuentan con el coche que prepararon el año pasado, para participar en el Panda Raid hacen falta alrededor de 5.000 euros, solo la inscripción cuesta 2.000. Los alumnos de la clase de los pilotos se han dedicado a poner a punto el coche.

Los encargados de pilotar el Panda creado en Don Bosco serán los alumnos Daniel Bouzo y Andy Oyarbide. “Va a ser la aventura de su vida”, pronostica el profesor de Automoción Javier Oskoz.

“Los chavales que participaron el año pasado volvieron cambiados, les hizo más grandes como personas, volvieron concienciados”, explica Oskoz, quien asegura que “(al Panda Raid) fueron dos chavales de 20 años y volvieron dos hombres”. “Allí vieron mucha necesidad y miseria y es una experiencia dura”, apunta.

En el Panda Raid cada vehículo participante debe llevar material para ayudar a una comunidad de allí.

No obstante, en esta ocasión la misión solidaria tendrá dos etapas. Andy Oyarbide y Daniel Bouzo irán acompañados por otros dos Panda, uno pilotado por Keny de la ONG DOA y otro el del profesor de Mecatrónica Jon Artola. “El año pasado fui con mi hijo a instalar las placas solares y los ordenadores que llevaron desde Don Bosco y comprobamos que no disponen de sistema de bombeo para el agua”, indica Artola. Así las cosas, gracias a las empresas Elektra y KSB-Itur y la ONG GOA han conseguido los materiales necesarios para instalar una estación de bombeo. Este material está valorado en 6.000 euros.

Los alumnos se están encargando de diseñar el sistema electrónico de la estación de bombeo. “En Semana Santa iré con dos alumnos a montar el sistema”, adelanta el profesor.