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Del huerto a la mesa

okitaño elkartea que agrupa a los usuarios de las huertas públicas de oñati ya funciona de forma autogestionada

Del huerto a la mesa

Lechugas, tomates, acelgas, berenjenas, calabacines? brotan entre los bloques de viviendas de San Martín y la residencia de ancianos, dispuestos a conquistar los paladares. Los algo más de 30 m2 que tienen cada una de las 74 parcelas del parque de huertas públicas han cobrado vida gracias al mimo con el que han cultivado la tierra los horticultores oñatiarras. En los hace poco más de un año baldíos terrenos crecen estos días verduras y hortalizas. Productos sanos y ecológicos listos para servirse en la mesa.

El proyecto echó a andar hace un año y la experiencia está resultando “muy satisfactoria”. Su afición por la huerta les ha servido también para forjar amistades y compartir conocimientos. Y así lo han demostrado esta semana David Forrest, el presidente de la asociación Okitaño, el tesorero, Juan Ramón Bujanda, y el encargado de mantenimiento, Joxe Zurutuza. Los tres, acompañados de la concejala Irati Etxeberria, desgranaron los detalles del paso que han dado hacia la autogestión los usuarios de esta infraestructura pública.

“El Consistorio afrontó la obra para la puesta en marcha de este proyecto; ahora ya es un modelo autogestionado dentro de una política de desarrollo comunitario. Hemos firmado un convenio de cesión del terreno para cuatro años con el compromiso de mantener la filosofía ocio-educativa de este espacio de agricultura ecológica. Antes por el pago de una tasa anual, el Ayuntamiento asumía los gastos de luz, agua y pequeñas obras; a partir de ahora ese importe lo abonará directamente el usuario a Okitaño, que se hace cargo de esas labores, mientras que la tasa que cobrará el Consistorio será de cinco euros”, explicó Etxeberria.

El nombre con el que han bautizado la asociación tiene su historia. “Significa Oñatiko al revés. En la Diputación nos echaron hasta tres veces atrás los estatutos por temas burocráticos. Nos dijeron que no podíamos llamarnos Oñatiko Bara-tza Parkea Elkartea, y en plan broma decidimos poner el nombre al revés. Nos lo aceptaron”, comentaban sonrientes Forrest, Bujanda y Zurutuza.

huerta experimental Las huertas han ido transformando el paisaje urbano de San Martín. “Solo quedan dos parcelas libres, y eso es prueba de que tienen gancho. El año pasado había quince vacantes, porque con el tema de las piedras acumuladas en el terreno la gente se desilusionó. La experiencia está resultando excelente, hay muy buen ambiente entre todos y, además, los frutos te animan a seguir adelante”, expuso Forrest.

Este americano afincado en Oñati, es uno de los artífices del proyecto experimental de agricultura ecológica que se está llevando a cabo en el parque de San Martín. Ha cultivado más de 100 variedades de plantas con bancales elevados.

El sabor de las verduras de la huerta, seguido por el deseo de comer productos ecológicos cultivados por uno mismo, junto con una cuestión de salud y nutrición, y un buen pasatiempo, son algunos de los motivos que, según la encuesta realizada por Okitaño, han sido el aliciente para sumergirse en esta aventura hortícola, que también ha enganchado a familiares y amigos de los adjudicatarios. Todos disfrutan, aprenden y colaboran en actuaciones de auzolan.