La Guerra Civil (1936-1939) dejó huellas imborrables en Getaria, sobre todo para los familiares del oriotarra Pedro Mitxelena, del zarauztarra Antonio Usabiaga y del donostiarra Gregorio Díez, que han vivido en sus carnes el drama de no saber cómo ni porqué fusilaron a sus allegados. El cementerio de Getaria fue el lugar donde se cometieron estos crímenes en la Guerra Civil, pero nadie sabe dónde se encuentran los cuerpos de ninguno de ellos. “Los familiares llevan ese dolor dentro desde hace casi 80 años, y hemos decidido investigar el tema para descubrir la verdad de esas tres historias”, explicó el martes por la tarde Nika Lertxundi, alcalde de Getaria, en el cementerio de la localidad.

Tras el compromiso mostrado por las dos instituciones, el alcalde de Getaria hizo saber que próximamente firmarán un convenio para reconstruir la verdad de estas tres historias. Así, la Sociedad de Ciencias Aranzadi trabajará en los próximos tres años en el lugar de los hechos, porque “sentimos la necesidad de conocer la historia de estas tres personas que fueron fusiladas y enterradas en silencio, sin ningún adiós”, apuntó Lertxundi.

Varios vecinos del municipio y allegados de las víctimas se reunieron alrededor del lugar donde Pako Etxeberria y Lourdes Errasti, presidente y miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, respectivamente, han estado investigando en los últimos meses. Según hicieron saber, no han hallado nada relacionado con los tres fusilados, ya que los cuerpos que han encontrado pertenecen a personas que fueron enterradas antes de la guerra, excepto uno, que según apuntó Errasti, “podemos decir con certeza que fue enterrado durante la guerra, ya que portaba un cinturón y seguramente se trataba de un soldado. Además, por su postura podemos decir que fue enterrado de una manera rápida”.

Tras este primer paso para descubrir la verdad, el alcalde de Getaria comunicó que en octubre o noviembre colocarán un monolito en el cementerio en memoria de las víctimas, aunque “es un asunto que aún está por tratar”.