Santa Bárbara, la ermita que vigila la costa
La capilla, ubicada entre Zarautz y Getaria, fue construida a principios del siglo XVIII y la vista desde la ermita es una de las más espectaculares del mar Cantábrico.
Que la playa de Zarautz es uno de los grandes atractivos de la costa del Cantábrico es innegable, y contemplarla desde la vista que ofrece el monte Santa Bárbara, entre Getaria y Zarautz, es una auténtica maravilla. Y aunque el paseo que une Zarautz y Getaria, al lado de la carretera N-634, es una de las zonas más concurridas para disfrutar de la costa, la ruta por la calzada de Santa Bárbara merece ser visitada ya que es una auténtica joya para contemplar la villa costera desde las alturas. Ya lo decía Pascual Madoz, uno de los primeros veraneantes de la villa, allá por 1840: “La vista de esta ermita en la cima del monte de su nombre desde la playa, es sorprendente y pintoresca. También desde la ermita aparece un panorama magnífico: descúbranse el mar en una grande extensión y se ve en la costa de Francia, a la simple vista la farola de Biarritz, y con anteojo a las gentes que pasean aquella playa”.La historia de la ermita de Santa Bárbara se remonta al siglo XVIII, cuando el obispo de Pamplona dictó en 1704 que postulasen limosnas para poder construir el nuevo templo. Las aportaciones de dinero, maíz y txakoli de los zarauztarras y la grasa de pescado por parte de los marinos de Zarautz y Getaria permitieron iniciar las obras de la ermita, para bendecirla en 1709, aunque se siguieron haciendo mejoras hasta 1736. Así, la ermita, vigila nuestra costa desde hace algo más de tres siglos.
La iglesia, propiedad de la parroquia de la localidad, fue restaurada en su totalidad por el Ayuntamiento de Zarautz en 1995. Es de planta rectangular y ábside trapezoidal, y como no podía ser de otra manera, la ermita guarda en su interior una pintura al óleo que representa a Santa Bárbara.
Calzada romana La vía para acceder a la ermita, por su parte, es uno de los patrimonios históricos de la villa. La calzada tiene una historia que nos permite retroceder en el tiempo, concretamente a la época de la romanización. Y es que algunos la han considerado parte de la Vía Agrippa que recorría la costa Cantábrica hasta Asturias en época de la romanización, y en el camino hay diferentes materiales que se pudieron utilizar para reparar la calzada. Además, a lo largo del tramo y a unas distancias más o menos regulares, se observan corta-aguas o desagües transversales.
Además de la historia que guardan esta ruta y su ermita, subir a Santa Bárbara permite seguir con un itinerario hasta Getaria, pasando por los viñedos que rodean a la villa pesquera. Todo ello sin perder de vista en ningún momento el mar. Un auténtico placer para los sentidos. Además, esta ruta permite volver al lugar de origen, a Zarautz, por el paseo de la costa, tomando ese camino una vez que se llega a Getaria.
La ermita de Santa Bárbara sigue celebrando su festividad cada 4 de diciembre con una misa, y aunque sea esa su única función ligada a la actividad religiosa, este emblemático y único lugar merece ser visitado para contemplar la playa y las calles de Zarautz, así como Pagoeta, Aia y el mar abierto.