donostia - Reparar los daños ocasionados por las olas la madrugada del martes en los bienes públicos de Donostia costará alrededor de 500.000 euros, según los cálculos del Ayuntamiento. A esa cifra habría que añadir el coste de los destrozos provocados en distintos locales privados o cedidos en concesión (como La Rotonda), cuyo valor está calculando el Consorcio de Seguros.
En lo que respecta a los bienes públicos, los desperfectos se refieren principalmente a mobiliario urbano destrozado. Además, las olas arrancaron 30 metros del pretil del Paseo Nuevo y más de 100 metros de barandilla de distintos lugares del litoral. También levantaron el pavimento urbano de varios puentes, aunque el concejal de Espacio Público, Alfonso Gurpegui, incidió ayer en que no causaron daños estructurales ni en las pasarelas ni en el Paseo Nuevo, donde se ha comprobado que no hay socavones bajo la plancha de pavimento levantada por las olas. El paseo se reabrirá al público el próximo lunes o martes una vez instalado un vallado provisional para garantizar la seguridad en los puntos donde ha desaparecido la barandilla o el pretil.
El concejal de Mantenimiento Urbano, Miguel Ángel Díez, explicó que desde el martes por la mañana 34 operarios del servicio de limpieza y 17 vehículos trabajan retirando arena y restos de la calzada y limpiando el alcantarillado en las zonas afectadas. También concretó los daños causados en cada zona. Por ejemplo, en el Paseo Nuevo, además de levantar el pavimento y arrancar 30 metros de pretil y 50 de barandilla, habrá que reponer 39 bancos, tres luminarias, una farola y nueve papeleras. En el Peine del Viento las olas tiraron los 80 metros del vallado de seguridad colocado con motivo de las obras de estabilización de la ladera y en Ondarreta, además de 22 metros de barandilla, también hay que reponer seis metros de cristal en el acceso a las cabinas.
Ni en Ondarreta ni en La Concha resultaron afectadas las cabinas colectivas, aunque los operarios no han podido acceder aún a las de la Zurriola, donde también han desaparecido 23 metros de barandilla y ocho metros cuadrados de pavimento, al igual que en la zona de Sagüés, donde habrá que reponer 30 metros cuadrados más de asfaltado y vallas de seguridad. En La Concha también habrá que rehabilitar cinco tramos de la característica barandilla, que están ya en los Talleres Martutene.
Serán los seguros los que se encarguen de las reparaciones en los locales municipales en concesión como Eguzki, La Perla y el Atlético de San Sebastián, aunque el más dañado ha sido el local de la Rotonda. Las instalaciones estaban vacías desde que los responsables de la discoteca cerraron en noviembre (el martes se ratificó la rescisión del contrato de alquiler) y no se colocaron protecciones frente a las cristaleras para reducir el impacto de las olas.
puentes Respecto a los puentes, no hay daños ni en el de la Zurriola ni en Santa Catalina y en el María Cristina habrá que reponer tres tramos de la barandilla de piedra y algunos de sus adornos, como uno de sus dragones, aunque esta vez no ha desaparecido ninguno, como ocurrió en 2014. En el de Mundaiz se arreglarán dos metros cuadrados de pavimento pero el más afectado es el del Lehendakari Agirre, con 35 metros cuadrados de tablones de madera arrancados por las olas. Los técnicos reconocieron ayer que el diseño de esta pasarela no es el más adecuado para afrontar grandes oleajes y que a pesar de ser el quinto puente de la ciudad, el martes el mar llegó con fuerza hasta él.
Alfonso Gurpegui reconoció que dado que los temporales de mar son cada vez más frecuentes, el Consistorio sí se plantea estudiar cómo adaptarse a las nuevas condiciones climáticas para intentar reducir las afecciones. En cuestiones más concretas, analizarán abrir más rejillas en diversos puntos de la Parte Vieja y el Ensanche Oriental para poder absorber el agua que llega a esta zona procedente del mar en casos de oleaje.