Donostia - La UTE Txomin Berri (compuesta por Moyúa y otras firmas), que obtuvo la segunda mejor puntuación en el concurso público convocado por el Ayuntamiento de Donostia para la ejecución del futuro barrio de Txomin, con más de 900 viviendas entre VPO y libres, registró ayer un escrito en el Consistorio en el que asegura que la oferta ganadora, presentada por la UTE de Amenabar, es “absolutamente desproporcionada e irracional”. En el escrito, además, Moyúa solicita una cita al nuevo alcalde, Eneko Goia, para examinar la licitación y le pregunta por los mecanismos de control que aplicará la administración local para garantizar que lo ofrecido por la empresa ganadora se cumpla durante los trabajos, de 32 meses de duración.
El escrito presentado por Moyúa alerta de la posibilidad de que Amenabar haya incurrido en una baja temeraria, ya que ofreció rebajar un 52% la cantidad de 21,3 millones de euros que, en las bases de licitación, era la cifra máxima que correspondía abonar al Ayuntamiento para la creación del nuevo barrio.
Moyúa también pone en entredicho la oferta de promoción de empleo, que puntuaba en el concurso, ya que considera que la cantidad de casi 25.000 mensualidades prometidas por Amenabar “no es viable económicamente”. Para Moyúa, que propuso 13.590 mensualidades, las ofertas de Amenabar y también de Murias (30.000) no son realistas. “Son inviables por su exagerados costes salariales”. Asimismo, añade que “es evidente que es imposible construir con la calidad mínima que exige el pliego y cumplir con el convenio laboral de Gipuzkoa”, como exige también el documento aprobado por el Consistorio.
La empresa Moyúa sostiene que las propuestas de Amenabar no se van a poder cumplir y el Consistorio va a tener que aplicar las penalidades previstas en el pliego, que sumarían 20 millones de euros según sus cálculos, “lo que evidentemente desvirtúa el objeto del contrato y lo hace inviable económicamente”.
La carta también critica que no se ha garantizado la confidencialidad del proceso durante el concurso.
