donostia - Los cines de La Bretxa no cerrarán sus puertas el jueves, como habían anunciado. A pesar de que ya estaban anulados los pedidos y se había encargado el desmantelamiento de las salas para la próxima semana, una llamada de la dirección de Ocine en Girona comunicó el viernes por la tarde a los responsables de las salas de La Bretxa que no, que no cerrarán. Al menos, no el día 30, por lo que han vuelto a hacer pedidos de películas para las próximas semanas.

Ni fuentes de la dirección de la empresa ni de la concesionaria responsable del centro comercial dan explicaciones respecto al cambio de opinión ni respecto a posibles negociaciones. Tampoco el Ayuntamiento, titular de las instalaciones, hace comentarios y reitera que la relación de los cines es con la concesionaria. Sin embargo, es ya la segunda vez que Ocine recula después de anunciar el cese de su actividad.

La primera fue en otoño, cuando presentó un ERE de extinción, alegando malos resultados y un alquiler excesivo. En unas semanas lo retiró, después de que el Consistorio anunciara públicamente su interés en recuperar la gestión directa del edificio Pescadería. Los cines tienen un contrato de alquiler en vigor y la concesionaria (un fondo de inversión) tendría que indemnizarles para anularlo si quiere devolver el local vacío al Ayuntamiento.

Sin embargo, hace pocas semanas los tribunales obligaron a Ocine a pagar los retrasos y los alquileres pendientes a la concesionaria (los cines alegaban que el importe era demasiado elevado). Y aunque la suma no era inasumible para una empresa con salas en distintas ciudades (medio millón de euros), días después comunicó a los trabajadores que echaban la persiana el 30 de abril, lo que hacía pensar en un acuerdo con el centro comercial para abandonar el local.

A falta de confirmaciones de los directamente implicados, este nuevo cambio de opinión hace pensar que las negociaciones que pueda haber con la concesionaria o con el Ayuntamiento no están del todo cerradas y que el futuro de los cines dependerá de que se llegue a un acuerdo o no.

Mientras, los afectados por la situación creada son los quince trabajadores de las salas, que no saben hasta cuándo seguirán trabajando.

consistorio La decisión final de Ocine también afectará al Consistorio en su proyecto para recuperar el edificio Pescadería. Los planes del Gobierno municipal son hacerlo en dos fases: la primera está en marcha y supondrá la recuperación de 1.600 metros cuadrados ahora vacíos (en la zona de la calle Aldamar) que pondrán a disposición del Gobierno Vasco para ubicar en ellos el nuevo ambulatorio. Esta primera fase no afectaría a los cines y estaba previsto que las salas y el centro de salud convivieran unos años, aunque Ocine considera que sí le perjudicará y anunció que reclamará una indemnización millonaria.

En una segunda fase el Ayuntamiento quiere recuperar todo Pescadería para destinarlo a servicios para el barrio y espacios deportivos. Para eso la concesionaria, que ve bien la operación de devolver el inmueble porque se le reduciría el canon que paga al Consistorio, debería rescindir el contrato con los cines si siguen allí, al igual que los de los dos bares con contrato en vigor.

16 de septiembre. Los trabajadores anuncian que Ocine ha presentado un ERE de extinción. La empresa alega que el precio que paga por el alquiler es demasiado alto y que los resultados son malos. Culpan de ellos en parte a la “decadencia” de La Bretxa.

24 septiembre. Izagirre anuncia su plan para recuperar todo el edificio de Pescadería.

1 octubre. Ocine retira el ERE de extinción.

Febrero. El Ayuntamiento abre el proceso para recuperar parte de los locales vacíos de Pescadería para ubicar en ellos el ambulatorio. Ocine presenta alegaciones y anuncia que pedirá una indemnización millonaria por perjuicios.

Abril. Los tribunales obligan a Ocine a pagar los alquileres atrasados a la concesionaria.

20 de abril. Ocine comunica que cerrará sus puertas en diez días y organiza el desmantelamiento de las salas.

24 de abril. La empresa comunica que sigue funcionando.