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“Prefiero salir de casa con las ideas claras a arreglar las fotos en el ordenador”

El fotógrafo urretxuarra Carlos Mediavilla ha ganado el concurso de fotografías de rugby de Albi (Francia). En el Estado francés el rugby es el deporte más popular, por lo que el logro de Mediavilla es doblemente meritorio

“Prefiero salir de casa con las ideas claras a arreglar las fotos en el ordenador”

urretxu - ¿Cómo se aficionó a la fotografía?

-En casa había cámaras y así cogí la afición. Posteriormente, acudí a cursillos impartidos por Pako y Kike Vierbücher, Gorka Salmerón... Todavía voy a cursos. Si te gusta un fotógrafo y sabes que imparte cursillos, intentas aprender de él. Siempre hay que fijarse en alguien para mejorar. Si te gusta una fotografía, intentas descubrir cómo se sacó.

La perfección no existe.

-En la Vuelta a Euskadi fui a La Antigua y volví a casa hundido. Cometí errores de principiante. Fui la víspera a estudiar el encuadre y el día de la etapa fui a coger sitio con dos horas de antelación. Cuando llegaron los corredores, todo el mundo se me puso delante. Para la segunda vuelta, tuve que ponerme delante de ellos. Al final, conseguí más o menos las fotos que quería.

¿Qué evolución diría que ha tenido? ¿Ha cambiado mucho como fotógrafo?

-Yo creo que no. Me resistía a pasarme a la fotografía digital y la verdad es que se puede decir que saco las fotos casi como entonces. No saco 300 fotos. En La Antigua saqué una docena de fotos y volví a casa tan feliz. Pienso mucho cada foto. Prefiero salir de casa con las ideas claras a arreglar las fotos en el ordenador.

Ha ganado muchos concursos. ¿Cuáles son los que más ilusión le han hecho?

-Este año he conseguido el trofeo Gipuzkoa, el de la revista Pyrenaica y el de Albi. También he ganado concursos y rallys en Soria, en Pamplona, en Donostia...

Le encantan los rallys, la inmediatez. Podría ser fotoperiodista.

-Así es. Suelo fijarme mucho en las fotos de los periódicos. Mucho más que en las fotos conceptuales. Ese tipo de fotos también me gusta, pero yo soy más de callejear y de buscar la foto.

¿Tiene algún tema favorito?

-Le doy a todo. Quién me iba a decir hace algunos años que me iba a dar tan fuerte por el rugby... Yo creo que lo que me ha enganchado es ver que, a pesar de los golpes que se dan, acaban como amigos. Me encanta la nobleza del rugby. Como fotógrafo, en el campo no disfrutas mucho, pues no tienes tiempo de pensar en las fotos. De todos modos, estoy aprendiendo a ver la jugada antes de que se produzca. Al principio, no me enteraba.

¿Cómo le dio por el rugby?

-A través de un amigo que saca fotografías para el Ampo-Ordizia: Ruben Sánchez. Cuando falta él, les paso yo las fotos.

En Francia hay una gran afición al rugby. Ganar un concurso de fotos de rugby en Francia no es moco de pavo.

-No conocía mucho Francia e iba con un poco de miedo, pero en la entrega de premios me han tratado de miedo. En la gala había 300 comensales. Suelen organizar una semana dedicada al rugby y este año, por vez primera, han organizado un concurso de fotos. Hay más dinero que aquí... En el apartado de fotógrafos aficionados, el primer premio era de 700 euros. En la página web del Ordizia han puesto las cuatro fotos que mandé a concurso para que la gente adivine cuál es la que ganó el primer premio.

Le está cogiendo el gusto a la fotografía deportiva.

-Sin duda. Antes era más de naturaleza: cascadas, animalitos, amaneceres, atardeceres... He traído unas ópticas mejores y tengo una máquina que enfoca más rápido. Para pescar, además de estar en el sitio, hace falta buena caña y buen cebo. Pero lo más importante sigue siendo estar en el sitio.

¿Qué deportes fotografía, además del rugby?

-Ciclismo, atletismo, un amigo me está tentando para ir a combates de boxeo, otro para sacar fotos de patinaje sobre hielo...

Ya ha explicado por qué le gusta el rugby. ¿Y el ciclismo?

-Es un deporte en el que hay una gran intensidad. Por lo menos, en los puertos como La Antigua. Ves su sufrimiento tan de cerca que casi puedes escuchar su respiración. Además, estás encima de ellos. Pero es difícil sacar buenas fotos, pues el resto de los espectadores te condicionan mucho. De todos modos, debería tener superado eso: suelo ir a sanfermines todos los años y allí también hay que luchar por el sitio. El atletismo también da mucho juego. Se pueden captar, por ejemplo, los gestos de los atletas.

De todos modos, no ha abandonado el mundo de los paisajes. A comienzos de año expuso fotos sacadas en las minas de Riotinto.

-Esa exposición está ahora en Tafalla. Ha tenido una buena acogida. Tenemos intención de llevarla a Soria y también vendrá a Zumarraga.

¿Qué lugares le que dan por visitar?

-Muchos. La Sierra de Gata, Grazalema, Cazorla... Este mes bajaré a Soria dos veces: a Berlanga de Duero y a Robledillo. A Soria voy todos los años. No me canso.

¿Su mujer qué dice?

-Mi mujer está encantada, pues le gustan mucho las fotografías. Sabe que voy a eso. Últimamente me acompaña más que antes. Recientemente hemos hecho juntos dos etapas del Camino de Santiago. Me pregunta adónde voy y si le gusta el plan se viene conmigo. Esta es una afición sana. Los gastos los pago con el dinero que gano en los concursos. En noviembre del año pasado estuve en Timanfaya con dos amigos de la sociedad fotográfica Ikatza.

¿Tiene algún proyecto en mente?

-No, pero en el ordenador tengo muchas carpetas abiertas: ojos, cuevas, tenderetes, carteles de prohibición...

¿Un paisaje?

-El Sáhara lo tengo grabado. Es el paisaje que más me ha marcado. El del desierto es un silencio tan grande que molesta. Eres consciente del silencio. El paisaje de las minas de Riotinto también me ha impactado.

¿Una foto deportiva?

-Los escaladores en Etxauri. Sufría más que ellos. Las salidas de las pruebas de atletismo también están muy bien.

¿Un monumento?

-El Peine del Viento. No lo he fotografiado demasiadas veces, pero es un lugar que no me canso de visitar. En cuanto a los monumentos naturales, me quedo con el tejo de Otxaportillo.

¿Una cámara de fotos?

-Empecé con una y sigo con la misma, como con la mujer: soy de Nikon. En esto de la fotografía, o se es del Barça o se es del Madrid: de Canon o de Nikon. Me imagino que seré de Nikon porque en la sociedad Ikatza empezaríamos con Nikon. A decir verdad, tan buena es una como la otra. Pero que todos los amigos utilicemos la misma marca es una gran ventaja. Así podemos intercambiar al material.