una pintura antigua, algunas citas documentales y planos históricos de 1250 eran los únicos documentos que constataban la existencia del monasterio de San Bartolomé del Camino, hasta que en 2007 salió a la luz parte de la iglesia. En 2014, siete años más tarde, se está llevando a cabo la tercera etapa de la obra arqueológica gracias a la cual se han hallado recientemente dos claustros anexos y otras dependencias, además de 21 tumbas, algunas del siglo XIII. La excavación forma parte de la investigación que lleva a cabo la fundación Arkeolan en la zona del cerro de San Bartolomé, donde se desarrolla a la vez una operación de construcción de viviendas.

La primera fase de los estudios sobre los restos ocultos se inició en 2007 y consistió en la excavación del contorno de la iglesia. “Se desmontó la cabecera y se enumeraron las piedras para poder recolocarla en un espacio verde que estará en esta zona”, apuntó ayer sobre el terreno Pía Alkain, directora de esta excavación. El segundo paso consistió en excavar el entorno del edificio, y en tercer lugar, y solo tras derribar en agosto el cuartel de la Policía Nacional y las viviendas cercanas, se está abordando la excavación de los claustros recién hallados.

“Esta operación arqueológica no afecta a la urbanística”, manifestó la directora foral de Cultura, Garazi Lopez de Etxezarreta. Los elementos, según explicaron, carecen de gran valor monumental al existir aún en uso en Donostia templos de edad similar, como San Vicente y Santa María del Coro. Por ello, los restos serán destruidos después de un exhaustivo trabajo de documentación que permitirá conservar su espíritu para una posible recreación en el futuro.

de 1.800 a 3.000 metros cuadrados No obstante, es cierto que las obras arqueológicas se demoraron dos semanas más de lo previsto, ya que el equipo de Arkeolan esperaba encontrar 1.800 metros cuadrados construidos y finalmente se han sido 3.000. En esa superficie destaca el claustro principal, de planta cuadrada y con un pozo de nueve metros de profundidad, y una galería cubierta. Además, se ha encontrado un segundo claustro más pequeño. Ambos ordenan otra serie de dependencias entre las que se identifican la sala capitular, el refectorio donde comían las monjas, la cocina, la portería, el locutorio y varios almacenes.

Por otra parte, en la galería del claustro se han descubierto 21 tumbas con una cronología muy extensa, desde el siglo XIII al XVIII. Han encontrado tumbas de lajas de la época medieval, enterramientos en fosa de la cronología moderna y encajonamientos de ladrillo. Según Alkain, las cerámicas, monedas, restos humanos y de ajuares, una vez estudiados, serán guardados en el Centro de Patrimonio mueble de Gipuzkoa, Gordailua.

Esta excavación se incluye en el contexto iniciado en 1985, explicó Mertxe Urteaga, directora de Arkeolan, cuando se aprobó la ley de Conservación del Patrimonio. El cerro de San Bartolomé fue declarado de presunción arqueológica, por lo que fue obligatorio hacer excavaciones antes de cualquier intervención. Estas obras que contribuyen a conocer la historia de Donostia finalizarán el día 31.