Errenteria - Las investigadoras Luz Maceira y Zaida Fernández se han encargado de la documentación y de entrevistar a mujeres representantes de la época de la industrialización en la villa, que abarca desde 1875 hasta 1975. Bajo el título Galleteras y más, desde las vivencias hacia la Historia. Huellas de las mujeres desde el proceso de industrialización de Errenteria (siglos XIX y XX), además de las vivencias de las mujeres en importantes empresas como Sociedad de Tejidos Lino o la fábrica grande, Pekín, Esmaltería Guipuzcoana, Niessen, Fabril Lanera, Paisa y la fábrica de galletas Olibet se recoge la impronta que las féminas dejaron en el desarrollo social y en la realización de trabajos no remunerados. Desde el Consejo de Igualdad, Karmele Fernández, con la ayuda de Bittori Arrieta y de Gema Mariezkurrena, se encarga de dar más detalles de esta labor.

¿Cómo surgió la idea de recopilar la historia de las mujeres durante la industrialización de Errenteria?

-El origen de este proyecto es largo y tiene un gran recorrido. Nos dimos cuenta de que el Ayuntamiento de Errenteria posee gran documentación histórica de la villa, pero en esa Historia con mayúsculas las mujeres apenas aparecemos. ¿Cómo se puede contar una historia discriminando a la mitad de la población?

¿Por qué creen que ha sucedido eso?

-Creemos que eso ha ocurrido porque los historiadores e investigadores han sido hombres y se centran en los acontecimientos de la esfera más pública, espacios tradicionalmente representados por hombres.

¿Cuándo decidieron completar la historia de Errenteria, añadiéndole ese punto de vista femenino?

-Cuando conocimos a Zaida Fernández y Luz Maceira en unas jornadas que organizó la plataforma política de Donostia Plazandreok en 2011. Allí nos enteramos de que Zaida Fernández había sido la coordinadora de unos trabajos que se llaman Mapas de las huellas de las mujeres que se habían llevado a cabo en Basauri y Ondarroa y el de Ermua acaba de finalizarlo. Por otro lado, en 2012 el Consejo de Igualdad organizó unos talleres sobre Género y urbanismo y vino invitada Luz Maceira que es una especialista en memoria. En la charla de ella, que se titulaba Seguridad y presencia simbólica de las mujeres en la ciudad y memoria, nos dimos cuenta que sobre la presencia simbólica había mucho que decir. Mucho que decir sobre lo que no es visible, que somos las mujeres.

¿ A qué se refieren con el término de “presencia simbólica”?

-Como ejemplo de presencia simbólica me gusta hablar de la famosa foto de las galleteras. Hay una postal que es muy conocida que era publicidad de la empresa Galletas Olibet en la que aparecen todas las mujeres vestidas de blanco, inmaculadas, con unos peinados muy elaborados... pues parece que eso no sería así en la realidad. A pesar de que galletera fue la villa y galleteros y galleteras llegó a ser gentilicio de Errenteria, cuando hablamos de la industrialización y de que las mujeres eran operarias de fábrica, estas no solo trabajaron haciendo galletas. Donde más mujeres operarias había era en la fábrica de tejidos.

¿Cuál es el objetivo de este estudio?

-Queremos rescatar del olvido los aspectos más importantes para entender qué ha pasado con las mujeres en este devenir histórico y que sea reconocida su implicación como agentes activas en la construcción y en el desarrollo de los procesos históricos de nuestra localidad.

¿Fue con la aparición de las grandes fábricas, hace más de un siglo, cuando las mujeres se incorporaron al mercado laboral?

-No, las mujeres siempre hemos trabajado y hemos participado en los movimientos sociales y transformaciones. Es por ello que pensamos que podíamos encargar un trabajo para ver las huellas de las mujeres de Errenteria y para recoger el periodo histórico que abarca desde el comienzo de la industrialización hasta la desindustrialización, hasta 1975. Lo que queríamos es que todo eso fuera estudiado y puesto en valor.

Entonces, ¿por qué centraron el estudio en ese periodo?

-Porque el proceso de industrialización fue un motor importante para el desarrollo económico y social de la villa.

¿Cómo se ha desarrollado el estudio histórico?

-Las investigadoras se pusieron en contacto con mujeres que vivieron parte de ese proceso y se les invitó a recordar cómo vivieron la industrialización. En las entrevistas han narrado las actividades que tenían y sus vivencias, han compartido las visiones y las perspectivas sobre acciones o épocas y momentos determinados y han analizado el sentido que tiene este estudio.

¿Dónde se recopila toda esta información?

-Todo esto está recogido en un libro que todavía no está publicado. Un resumen se puede leer en la revista Oarso que se editó en las pasadas fiestas de madalenas.

Entonces, ¿ya se ha finalizado el estudio?

-Sí, el libro está terminado, solo le faltan algunas fotografías y la edición. El estudio está hecho y creemos que es un problema de presupuesto que no se publique y esperamos que no se quede en un cajón como suele suceder con otras muchas cosas.

Para completar el apartado fotográfico del libro han pedido la colaboración de los vecinos.

-Eso es. Creemos que habrá fotos muy interesantes en los cajones de algunas casas que estaría bien que todos las conociéramos. Por ello, hacemos un llamamiento a todos aquellos que tengan fotos de mujeres trabajando o de labores que desempeñaban las mujeres para que se pasen en horario de mañana por el archivo municipal para que las puedan escanear.

¿Han pensado en otra forma de divulgar este trabajo aparte de la edición del libro?

-Una de las ideas que barajamos es organizar una exposición con todas las fotos que recojamos, pero todo ello está aún sin diseñar.