Hondarribia. Las escaleras mecánicas que unen la zona de la campiña con el barrio de La Marina de Hondarribia, entre la calle Donostia y Madalen Karrika, volverán a estar en marcha "aproximadamente a mediados de agosto".

Es lo que aseguró ayer el alcalde, Aitor Kerejeta, al anunciar que el Ayuntamiento ha decidido "llevar a cabo cuanto antes la reparación, que tiene un coste de 400.000 euros más IVA", para luego "emprender la vía judicial y reclamar ese dinero a las empresas Schindler, Thyssen y Orona, que son las que han intervenido en estas escaleras desde que se instalaron" hace ahora cinco años.

El primer edil señaló que todavía no han concretado la fórmula y la instancia jurídica concreta en la que se va a plasmar esa reclamación, pero sí especificó que no quería "hablar de las responsabilidades de unos u otros" hasta que "sea un juez el que, con los datos sobre la mesa, el que establezca eso".

Kerejeta explicó que "no se puede esperar a que se resuelva quién debe asumir la reparación, ya que las escaleras son un servicio esencial para muchos hondarribiarras" y es por ello que el Consistorio "adelanta el dinero y ejecuta la reparación" pero tiene muy claro que "hay responsables" que "deberán pagar después".

Cuatro informes. El alcalde de Hondarribia explicó que "desde que se pararon las escaleras hace algunas semanas, se han elaborado cuatro informes técnicos, uno de cada empresa que ha estado involucrada en la instalación de las escaleras y su mantenimiento (Schindler, Thyssen y Orona) y otro independiente, que es el que se utilizará como base en la reclamación judicial para el pago de los trabajos".

Entre tanto, la reparación se iniciará "a principios de agosto, después de recibir las piezas y recambios necesarios", y la llevará a cabo la empresa Orona, con el objetivo, "si todo va en plazo, de reabrir las escaleras antes de mediados de ese mes".

Aitor Kerejeta señaló que "por motivos de seguridad, no es posible reabrir las escaleras", ya que "los ruidos que hacían son sólo el síntoma externo de otros problemas, que deben ser resueltos".

Las escaleras entre las calles Donostia y Madalen Karrika tuvieron un coste en su día de 1,5 millones de euros, incluyendo en ese presupuesto la obra civil y su instalación y puesta en marcha.