"Niessen está presente en la memoria viva de mucha gente de Errenteria"
El escritor Javier Barajas ha recopilado por encargo de la empresa ABB Niessen los principales hitos de sus cien años de historia, una historia muy ligada a Errenteria y a Oarsoaldea. El libro se presentará públicamente en el mes de junio
Errenteria - El museo San Telmo de Donostia acoge hasta el 31 de mayo una exposición sobre el centenario de Niessen. Esta muestra visitará Errenteria del 21 al 27 de julio y se colocará en Torrekua. Aranzadi se ha encargado de digitalizar las miles de fotografías del archivo de la empresa eléctrica. Javier Barajas desvela en la entrevista algunas pistas de lo que los lectores podrán encontrar en el libro y los visitantes en la exposición.
¿Qué es lo que narra el libro que ha escrito?
-Tanto el libro como la exposición que se inauguró el 6 de mayo en San Telmo son un repaso a la trayectoria de Niessen, ya que este año celebra su 100º aniversario. Básicamente lo que hemos intentado ofrecer han sido los hitos más importantes de la empresa: su evolución tecnológica y de diseño y sus aportaciones en innovación. Detrás de todo ello hay algo más, hay una historia de esfuerzo y de compromiso de cientos y cientos de mujeres y hombres que han pasado por la fábrica.
¿Cómo se gestó la empresa?
-La empresa fue creada por Guillermo Niessen, un empresario de origen alemán, que emigró a Burdeos (Francia) y era productor de vinos. No tenía nada que ver con lo que luego hizo en Errenteria. Cuando estalló la I Guerra Mundial, al ser él alemán y estar casado con otra oriunda de Alemania, ante el temor de que pudieran ser prisioneros, decidieron pasar la frontera temporalmente. Pensaban que la guerra iba a durar unos meses.
¿Cómo empezó su aventura en Errenteria?
-Cogieron un balandro que tenían en el puerto de Arcachon y llegaron hasta el puerto de Pasaia, como si fueran unas vacaciones. Posteriormente se trasladaron a Errenteria. Pero la guerra duraba y duraba y duraba, y en noviembe de 1914 fundó el taller Fábrica Electrotécnica Guillermo Niessen. Era un taller con muy pocas personas y dedicado a fabricar material eléctrico.
¿Por qué pasó de elaborar vinos a producir enchufes?
--En aquel momento había varios ingenieros alemanes en Errenteria y Guillermo Niessen trabó contacto con ellos y le disuadieron de dedicarse a los vinos porque esta zona no era muy apropiada. Llegaron a un acuerdo para montar un taller en el que esos ingenieros iban a aportar sus conocimientos de electricidad y Guillermo Niessen sus conocimientos como empresario.
¿Fue rápida la evolución de la fábrica?
-Sí, Guillermo Niessen era una persona muy emprendedora y no le daba miedo echarse al monte a algo que él desconocía. Tanto es así que lo que era un pequeño taller junto a la estación del Topo, a los tres años, se convirtió en lo que sería el núcleo de lo que posteriormente fue la fábrica Niessen. A partir de ahí la fábrica fue creciendo. A pesar de la Guerra Civil y de la II Guerra Mundial la empresa se mantuvo estable y fue abriendo delegaciones en todo el territorio y llegó a ser líder del mercado en productos eléctricos. Siempre apostó por la innovación, la seguridad y la facilidad para la instalación. La electricidad ha sido uno de los grandes inventos.
¿Hay algún capítulo en su crecimiento que haya que resaltar?
-Hubo un punto de inflexión en los años 20 con la producción de la baquelita, que fue uno de los primeros plásticos que se utilizó, por ejemplo, en los clásicos teléfonos negros. Fue Guillermo Niessen quien trajo ese plástico negro, duro y muy resistente a España. Él se hizo con la exclusiva en España de la baquelita, que entonces era el boom en Europa. Entonces, además de seguir produciendo enchufes, interruptores y demás materiales eléctricos, comenzó a producir otro tipo de artículos de consumo. Por ejemplo, ceniceros, picaportes, botones, material de escritorio... una variadísima colección de artículos. Además muchos de ellos eran encargos de marcas muy conocidas. Produjo ceniceros para las marcas Domecq y Osborne. Los monederos que llevaban los autobuses de San Sebastián para depositar las monedas estaban fabricados por Niessen. La empresa de repente creció un montón, sufrió un importante avance tecnológico y la plantilla aumentó muchísimo. En los años 70 se llegó a los 700 empleados, fue el momento de mayor amplitud de plantilla.
Entonces llegó la hora de que Niessen se trasladara a unos talleres más grandes.
-Niessen ha estado durante más de 60 años en Errenteria, aunque en los últimos años se ha trasladado al polígono Aranguren de Oiartzun, en la linde con Errenteria. En los años 70 se tuvieron que trasladar por problemas de espacio porque la empresa había quedado enclaustrada en el centro urbano de Errenteria. La idea de la empresa era trasladarse a otro polígono de Errenteria, pero finalmente no fue posible.
A pesar de ello, la relación de Errenteria con Niessen es muy estrecha.
-Se han establecido unos vínculos muy estrechos entre la empresa y Errenteria, igual que ocurrió con otras empresas muy conocidas en la villa como la papelera, que sigue en activo; la fábrica de yute, la fábrica de lino... Es decir, una serie de empresas que dieron a Errenteria el sobrenombre de la pequeña Manchester. En aquella época (años 50) Errenteria era uno de los centros industriales más pujantes de toda Euskadi. En ese sentido Niessen mantuvo sus raíces y unos lazos muy estrechos con la población de Errenteria y de la comarca de Oarsoaldea, porque también trabajaba mucha gente de los alrededores.
A día de hoy, aún se conservan vestigios de ese pasado industrial. Por ejemplo, el centro comercial se llama Niessen.
-Aún hoy en día se pueden ver algunos iconos como la chimenea, el centro cultural Niessen y la manzana de casas donde antiguamente estaba la empresa sigue manteniendo su estética. Además, Niessen también está presente en la memoria viva de mucha gente de Errenteria.
En el libro se guardará alguna anécdota de esos cien años.
-Por ejemplo, las primeras plantillas de Niessen estaban formadas por personas que vivían en los caseríos, porque el núcleo urbano de Errenteria era muy pequeño. Otra de las características de Niessen es que siempre han trabajado muchísimas mujeres, desde los primeros años.
¿Cuál fue el papel de las mujeres en la fábrica?
Había muchísimas mujeres trabajando allí, porque para montar los mecanismos eléctricos, como son muy pequeños, hacían falta manos delicadas y ágiles, como las de las mujeres. Aunque también había mujeres en las moldeadoras y en otras muchas secciones de la fábrica, no solo en montaje. Su presencia ha sido muy importante hasta prácticamente hoy en día.