Elgoibar - Nacido en 1966, el elgoibartarra Eduardo Arrillaga hace un cuarto de siglo que empezó a inmortalizar con su cámara infinidad de eventos y momentos de la más diversa índole acontecidos en su localidad. Fruto de ese trabajo ha recopilado "en torno a 20.000 fotografías". Una parte de ese archivo, protagonizado principalmente por los niños y niñas de la localidad, ya puede verse en unos vídeos que ha instalado en el escaparate del burguer Pilón y en la web www.elgoibart.com. Quien lo desee también puede comprar las fotografías y los archivos.
¿Qué material puede verse en la pantalla que ha instalado en el escaparate del burguer Pilón?
-De momento varios vídeos compuestos por aproximadamente medio centenar de imágenes relativas a eventos de este mismo año como el Pilota Eguna, los festivales de la escuela de música y danza, el Domingo de Ramos, el Carnaval o el pasacalles de Santa Águeda de la ikastola. También hay imágenes del espectáculo de la escuela de danza Biraka del pasado año y unas cien fotos de la sokamuturra obtenidas en Elgoibar entre los años 1992 y 2001.
Pero usted ha inmortalizado infinidad de momentos más. ¿No piensa mostrar esas fotografías?
-Sí, claro. Teniendo en cuenta que he guardado entre 800 y 1.000 fotos de cada año, el archivo personal que he preparado tendrá en torno a 20.000 imágenes y mi intención es mostrarlas todas poco a poco. Quiero ir hacia atrás en el tiempo subiendo cada mes uno o dos vídeos pero no tengo ni idea de cuándo podré llegar a mostrar las imágenes de 1990 porque no me dedico exclusivamente a esto y con cada foto me paso aproximadamente media hora.
¿Y eso?
-Hasta el año pasado no me pasé a la fotografía digital, por lo que tengo que escanear, digitalizar y retocar los negativos de todas las imágenes obtenidas en los años anteriores con la cámara analógica para poder incorporarlas a los vídeos expuestos con una buena calidad. Estoy dedicando a este trabajo todas las mañanas pero me va a llevar mucho tiempo.
¿Qué tipo de imágenes predominan en su archivo?
-En general momentos que muestran la forma de vida, de expresarse y de jugar de los niños en actos o espacios públicos.
¿Qué trato ha recibido por parte de los pequeños cuando se ha acercado a fotografiarles?
-La verdad es que este trabajo me ha costado algún golpe y escupitajo porque cuando una persona mayor se acerca a su entorno íntimo la ven como a un padre que va a incordiarles. Por eso tengo que hacerles ver que no voy a molestar y, a no ser que vea que están haciendo algo que está mal, no les digo nada. Poco a poco se olvidan de que estás ahí y te dejan sacar las fotos sin problemas.
¿Y cómo le han tratado los padres?
-En Elgoibar soy muy conocido y nunca he tenido ningún problema por fotografiar a los niños, aunque sí es cierto que en otros sitios he tenido que dar explicaciones. Entiendo perfectamente que hay que defender a los menores pero creo que alguien que quiere hacer fotos con mala intención no lo va a hacer dando la cara en el espacio público. Personalmente solo puedo dar las gracias a las madres y los padres de Elgoibar por la confianza que me han demostrado cuando he fotografiado a sus hijos.
¿Qué le ha aportado el trabajo realizado durante estos 25 años?
-La colección la he bautizado con el nombre de Recuerdos porque eso es lo que me ha aportado: recuerdos de mi infancia. Con los chavales he vuelto a recordar el tiempo de ocio fuera del colegio. Además, desde un punto de vista fotográfico el de los chavales es un mundo maravilloso, lleno de magia e imaginación... y creo que merece la pena inmortalizarlo.
¿Qué más puede decir?
-Por un lado, que las fotos pueden verse clasificadas por año y tema en la web elgoibart.com y por otro, que este proyecto no hubiera sido posible sin el trabajo que está haciendo mi mujer Esmeralda para preparar los vídeos. También quiero acordarme de Jesus Mari Sarasua, que fue uno de los impulsores del colectivo fotográfico Ongarri y la persona que hace 25 años me dijo que se me daban muy bien las fotos de los niños; lo que animó a hacer este trabajo que ahora pueden ver todos los elgoibartarras.