en el número 37 de la calle San Marcial de Donostia se encuentra el bar La Vida. Es un local amplio, con suelo y detalles de madera que combina modernidad y tradición. Para entrar, dispone de dos puertas de madera y, una vez sobrepasadas, se llega a la barra a la izquierda y frente a ella comienza una hilera de mesas y sillas. Siguiendo la barra al fondo, un biombo de madera da paso a una zona de mesas más íntima. La iluminación es muy agradable, ya que coordina lámparas sobre la barra y mesillas, e innumerables focos a lo largo de todo el espacio.
La filosofía del bar La Vida se centra en mimar a los clientes desde que entran hasta que salen del local. Esto se debe al empeño y dedicación de Unax De Miguel, que se hizo cargo del establecimiento hace un año. Este joven apasionado del buen comer y del trabajo bien hecho ofrece en su negocio, como él dice, "lo que el cliente se merece". Esto lo consigue contratando a profesionales del sector. En su equipo cuenta con camareros como Iñigo Eceiza, con gran experiencia en la hostelería y en el trato con el cliente, que se desviven para que los visitantes estén a gusto. Además, en la cocina se encuentra Patricio Fuentes, Pato para los amigos, un brillante cocinero y creador formado en escuelas culinarias de todo el mundo.
En el bar La Vida se ofrece una gran variedad de productos, ya que dan desayunos, comidas y cenas. En todos ellos el secreto es la gran calidad del producto, que siempre es fresco. Disponen de diferentes pintxos y raciones de elaboración casera, pero la especialidad de todos ellos es la ración de calamares. Para su preparación, emplean los txipirones más frescos del mercado, que enharinan cuidadosamente uno a uno y fríen en una freidora exclusiva para ellos con el objetivo de no mezclar su sabor con el de otros alimentos. Asimismo, el aceite utilizado lo cambian frecuentemente para preservar su aroma y su inconfundible textura que se deshace en la boca. Además, cada dos semanas preparan "pintxos especiales", una iniciativa surgida de la innovación del cocinero con la que ofrecen diferentes opciones. Así, renuevan la carta ofreciéndoles a sus clientes diferentes opciones y prueban su aceptación para ver qué prefieren. No se cansan de intentar mejorar para darle al cliente lo que quiere en cada momento, ya que son un grupo de trabajadores atentos y serviciales. Por esto mismo, las personas que acuden al lugar son exigentes con el servicio ofrecido.
Además de sus innumerables manjares, en el bar La Vida también se pueden degustar magníficos cócteles y diferentes licores. Todo lo que el cliente desee le será preparado, como por ejemplo, excelentes caipiriñas, cosmopolitans, piñas coladas o daiquiris. De todos ellos, el que más éxito tiene es el mojito por su elaboración con los ingredientes adecuados, como hierbabuena recién cortada, zumo de auténtica lima, Bacardi blanco y azúcar moreno.