DICEN que a la crisis hay que hacerle frente con imaginación y eso es lo que han hecho cuatro emprendedores en Goierri. El beasaindarra Óscar Díez ha abierto unas pistas de pádel, el ordiziarra Iñaki Otegi ha comenzado a vender artículos de pirotecnia y airsoft en su armería, el tolosarra Javier Arritxibita ha abierto un aparcamiento para caravanas en Legorreta y el lazkaotarra Jon Santos vende suplementos energéticos para deportistas.

Otegi tiene 40 años. Hace trece montó una armería. "Quería abrir un negocio poco común y decidí abrir una armería. En Ordizia hubo una, pero el dueño falleció y durante tres años no hubo ninguna. Las más cercanas estaban en Urretxu y Villabona. Además, hay que tener en cuenta que soy cazador y provengo de una familia de cazadores", explica.

Pero dedicarse a este oficio no es nada sencillo. "Este negocio es muy caro. Hay que sacar el título de armero y la tienda tiene que tener un buen sistema de seguridad". Tal y como es habitual, los comienzos fueron duros, pero está satisfecho. "Nos ha ido bien. Vendemos productos para la caza, la pesca y el monte y viene gente de toda Gipuzkoa e incluso de Navarra".

Pero en estos tiempos que corren, no puede uno dormirse en los laureles. "La armería va bien, pero veía necesario modernizar el negocio. Siempre he sido emprendedor y tenía en mente vender productos de pirotecnia. Cuando un cliente me empezó a hablar del airsoft, decidí abrir un segundo local con estas dos líneas de negocio".

Las dos tiendas están pegadas y no tienen perdida: se encuentran en la calle de la estación de Ordizia y los dibujos de sus paredes llaman la atención de todos los que pasan. "Los productos de pirotecnia cada vez tienen mayor aceptación. Se compran para las bodas, la fiesta de Nochevieja o los eventos deportivos. Ésta es nuestra primera campaña de Navidad y espero que vaya bien. Antes había que ir a Francia o a Gasteiz a comprar estos productos".

En cuanto al airsoft, se trata de una actividad en la que los participantes simulan combates con réplicas de armas originales que disparan bolas de plástico. Otegi explica que en Gipuzkoa hay ya tres o cuatro asociaciones.

oscar díez

Pádel en un polígono industrial

Los clientes Óscar Díez también tienen una afición que exige buenos reflejos: el pádel. Este beasaindarra tiene 36 años y trabajó en varias caldererías. En la actualidad trabaja en la planta de ArcelorMittal de Bergara. Le gusta mucho el deporte y, como en los polideportivos de la zona no hay pistas de pádel, decidió montar unas en un pabellón del barrio Salbatore de Beasain. "Cada vez más gente practica el pádel. Es un deporte que engancha", comenta.

Se embarcó en la aventura junto con su hermano. "Hicimos un estudio de viabilidad y, para cuando nos dimos cuenta, estábamos mirando pabellones". Al final, se decantaron por uno situado junto a la carretera que va de Ormaiztegi a Beasain. "Decidimos hacer las pistas en un pabellón para ofrecer a la gente la oportunidad de jugar todos los días del año. Tenemos tres pistas de dobles y una de individuales".

Además de vestuarios, tienen una zona social en la que se puede tomar un café y una pequeña tienda de artículos para el pádel. Incluso han organizado ya algún campeonato. "Vinieron los campeones de Euskadi, los hermanos Iragorri, para ayudarnos a promocionar nuestro negocio. Fue todo un detalle", indica.

Está contento con la marcha del negocio. "Abrimos en marzo y parece que ha merecido la pena. Los primeros meses fueron duros, pero en octubre empezamos a cubrir los gastos. Hace falta tiempo para que la gente conozca te conozca y se enganche. De momento, viene gente de Goierri, Tolosaldea, Urola Garaia y Urola Erdia", concluye.

jon santos

Nutrición deportiva

Para practicar deporte hace falta llenar antes el depósito de energía y eso es lo que ofrece el lazkaotarra Jon Santos. Tiene 24 años y ha abierto una tienda de suplementos energéticos en su localidad. Este joven estudió Robótica y Automatismo, pero le ha tocado trabajar en todo tipo de empresas: fue reponedor en un centro comercial, guarda de seguridad, pastelero, electricista... Comenta que es muy difícil encontrar trabajo fijo. "Como mucho aguantas un año y después cogen a otro. Así no se puede adquirir una vivienda ni formar una familia", se lamenta.

En vista de la situación, decidió abrir su propio negocio. No es casual que, en busca de un poco de estabilidad, haya decidido dedicarse a la venta de suplementos energéticos. "Practico el culturismo y he hecho cursos de nutricionista deportivo y preparador físico. La preparación deportiva cada día está más de moda y en Gipuzkoa hay pocas tiendas que se dedican a esto. En la mía, además de ofrecer complementos altos en proteínas e hidratos de carbono para deportistas que trabajan la musculación y los deportes de resistencia, tengo productos de herboristería. Y ofrezco asesoramiento en materia de alimentación y preparación física".

Abrió el negocio hace tres meses y tiene clientes de Goierri, Urola Garaia y Tolosaldea. "Vienen, sobre todo, culturistas, triatletas y ciclistas. Me comentan que echaban en falta una tienda de este tipo, pues hasta ahora tenían que desplazarse hasta Donostia. Trato de ajustar los precios, para competir con Internet. Además, aquí ofrecemos asesoramiento. Internet no es de fiar a la hora de combinar los distintos suplementos. Estoy contento, pero estoy teniendo que superar muchas dificultades. Afortunadamente, cuento con el apoyo de mis padres. Sino, me resultaría imposible", reconoce.

A los clientes de Arritxibita les gustan más las barbacoas que las barritas energéticas. Este tolosarra, junto con su esposa y sus cuñados, ha abierto un aparcamiento para caravanas en Legorreta. "El solar es nuestro. Teníamos una serrería, pero el negocio de la madera está muy mal y tuvimos que cerrar. Mi mujer se quedó en el paro y decidimos abrir este negocio. Cada vez hay más demanda y el aparcamiento está bien situado: entre Goierri y Tolosaldea y cerca de la N-1. Ya tenemos unos 40 clientes", indica. Todos tienen su propia llave para entrar y salir y cuentan también con un baño y una manguera para limpiar sus vehículos a la vuelta de cada viaje.

En el Mediterráneo hay muchísimas empresas como ésta, pero en Gipuzkoa es algo relativamente nuevo. "Estos vehículos, sobre todo las autocaravanas, valen mucho dinero. Y dejarlos en la calle es muy peligroso: te pueden robar, un coche puede darle un golpe... La gente viene en busca de tranquilidad. Muchos lo hacen escarmentados. Unos gamberros entraron en el vehículo de uno de nuestros clientes y se pasaron todos los carnavales en él. Se lo dejaron hecho una porquería. Aquí, el aparcamiento está vallado y vigilado: durante el día estamos nosotros y por la noche los perros", concluye.

Cuatro emprendedores, cuatro historias. Y un reto común: sacar adelante sus negocios.