Azkoitia. La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Azkoitia aprobó ayer imponer una multa de 1.500 euros al exedil de Bildu Ibon Arrieta Aitza y a su socio por abrir al público un establecimiento hostelero de Kale Nagusia cuando carecían de la licencia de actividad necesaria.
La apertura del establecimiento (el bar Txalintxo) de forma irregular se llevó a cabo la noche del pasado día 20 de abril de 2013, en una jornada en la que la localidad de Urola Erdia albergaba la fiesta del Elkartasun eguna.
Según se recoge en el expediente del caso, al que ha tenido acceso NOTICIAS DE GIPUZKOA, tras recibir el informe realizado ese día por la Policía local, el departamento municipal de Urbanismo certificó que el establecimiento hostelero abierto por Aitza (en el momento de los hechos era el concejal responsable de Cultura, Fiestas y Deportes en el Consistorio local) carecía de la licencia oportuna. Por ello, el informe se trasladó a la Secretaría municipal que, tras analizar la situación y certificar la infracción cometida, propuso sancionar a los responsables del negocio con una multa de 1.500 euros; ratificada ayer.
Otras seis multas La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento también aprovechó la sesión de ayer para aprobar las sanciones impuestas a otros seis establecimientos hosteleros por incumplir los horarios de cierre existentes; "principalmente las noches de los sábados".
Los bares sancionados, que deberán abonar unas multas que oscilan entre los 300 y los 500 euros, son: Zurt, Olaberri, Atraskua, Paulaner, Etxe-Aitz e Iturri.
El concejal de Obras y Servicios en el Consistorio azkoitiarra, Inazio Gorosabel, confirmó ayer a este periódico las sanciones interpuestas; al mismo tiempo que incidió en que "las multas que se han puesto no son un capricho del Ayuntamiento sino consecuencia de las numerosas quejas por ruidos que hemos recibido de la ciudadanía".
En este sentido, Gorosabel anunció que en las próximas fechas los responsables municipales se reunirán con los representantes de los hosteleros "para instarles a cumplir la normativa que regula los horarios, los ruidos y otros aspectos de su actividad". El edil reconoce que "poner multas no es el camino" pero insiste en que "la ciudadanía tiene derecho a poder descansar y si hay quejas el Ayuntamiento tiene que responder".