lA historia cronológica del incendio de Donostia hace 200 años tiene varios hitos destacables que ayudan a entender mejor la Donostia de hoy y por qué no, la de mañana. En estas líneas se hace un repaso a los acontecimientos históricos más importantes, no sólo desde las semanas previas a la destrucción, sino también aquellos relacionados con la reconstrucción de la ciudad.
21 de junio de 1813
El alavés que se olvidó de Donostia
Semanas antes de que las tropas aliadas (ingleses y portugueses) ocuparan la ciudad de Donostia, tuvo lugar la bautizada como Batalla de Vitoria. Sin embargo, aquella contienda no se produjo dentro de la ciudad, como sucedió en la capital guipuzcoana, sino en sus alrededores. ¿Por qué y cómo se evitó que los aliados entraran a Gasteiz? Se da la circunstancia de que el vitoriano don Miguel Ricardo de Álava, conocido como general Álava, llegó a la capital alavesa con el duque de Wellington o general Wellington al mando de las tropas aliadas que ascendían desde el Sur de España hacia el Norte luchando contra Napoleón. El 21 de junio de 1813, ambos generales entraron a la ciudad de Vitoria, cerrando sus puertas y evitando así que la batalla llegara a las calles de la ciudad. Sin embargo, a pesar de que el General Álava tenía propiedades en Donostia y se casara con una mujer donostiarra no intervino ante Wellington para evitar que la capital guipuzcoana fuera incendiada sin piedad. ¿Los motivos? Se desconocen.
25 de junio de 1813
El estratégico Alto de San Bartolomé
Fueron varios días de retirada a marchas forzadas hacia Irun y Pamplona. Las tropas aliadas cruzaron Roncesvalles y el valle de Baztan. Precisamente, cabe resaltar que Lesaka fue el lugar de retiro del general Wellington durante todas las semanas previas y posteriores a la quema de Donostia. El día 25 de junio de 1813, las primeras tropas aliadas -que eran tres batallones guipuzcoanos al mando del coronel Ugartemendia- llegan al Alto de San Bartolomé, un punto estratégico desde el cual los franceses controlaban la ciudad. Tres días después, el 28 de junio, las tropas ya estaban en San Martin y en la orilla derecha del Urumea. Y el 1 de julio se produjo un acontecimiento importante: la conquista del Puerto de Pasaia, que es por donde llegaba el grueso de la artillería. Fue crucial estratégicamente para los aliados hacerse con el puerto, porque así podían cortar el aprovisionamiento, no sólo de armas, sino también de comida a los franceses.
3 de julio de 1813
El asedio y bloqueo de la ciudad
El asedio de la ciudad por las tropas aliadas fue gradual. El día 3 de julio se produjo un bloqueo completo, tanto por mar como por tierra, de la ciudad, dentro de la cual había aproximadamente 3.000 soldados franceses. Ese mismo día, también comenzó el bombardeo y la ocupación de varias zonas y edificios. Por ejemplo, el día 17 de julio los aliados se hicieron con el convento de San Bartolomé, el 20 de julio ya hubo algunos incendios aislados de casas y en las jornadas posteriores el fuego se concentró hacia la desembocadura del Urumea, en el actual paseo de Salamanca, que era la parte más débil de las murallas.
25 de julio de 1813
Una muralla difícil de derribar
La muralla que rodeaba la ciudad de Donostia tenía diez metros de ancho y 25 metros de alto. No fue fácil penetrarla. Los soldados ingleses y portugueses hicieron un primer intento fallido el 25 de julio de 1813. Unos 2.000 hombres intentaron asaltar la ciudad a través de una brecha que había en la muralla, en la desembocadura del Urumea. Fracasaron y el intento se saldó con unos 600 hombres de las tropas aliadas muertos, incluidos jefes y oficiales. Además, se contabilizaron 200 prisioneros portugueses e ingleses, que permanecieron retenidos en la Iglesia de San Vicente, habilitada entonces como hospital. Este fracaso y la reaparición del mariscal francés Soult llevó a los aliados a paralizar el asedio a Donostia hasta el 24 de agosto.
24 de agosto de 1813
Se reinicia la batalla
Desafortunadamente para la capital guipuzcoana, el 24 de agosto de 1813 las tropas aliadas recibieron 160 piezas de artillería que les permitieron reiniciar el bombardeo. El ataque se prolongó varios días dando lugar a diversas ocupaciones, como la de la isla Santa Clara, el día 27 de agosto, donde los 25 hombres que la tomaron instalaron una batería de cañones y obuses. A la isla Santa Clara, le siguieron Ulia o el Txofre. Finalmente, fue el día 30 de agosto de 1813 cuando los aliados con su artillería pesada lograron abrir la muralla realizando una brecha justo a la altura de lo que hoy se conoce como el mercado de la Bretxa. Otra vez por la desembocadura del Urumea, donde la muralla tenía su parte más débil. El bombardeo fue intenso y continuo durante todo aquel día.
31 de agosto de 1813
El incendio
Aproximadamente una semana fue lo que duró el incendio de la ciudad, una tragedia que comenzó el día 31 de agosto de 1813 a las 11.00 horas por orden del general Wellington. No fue casual. Aprovecharon que era la hora de bajamar para que los soldados ingleses y portugueses pudieran entrar a la ciudad amurallada sin mojarse. Una vez dentro de Donostia, fue el general Thomas Graham quien dirigió y presenció todo el asalto. Un asedio como los que se habían producido antes en Badajoz y Ciudad Rodrigo, pero éste mucho más violento. Si bien en las citadas ciudades había habido saqueos y robos, en Donostia, además, se produjeron violaciones de mujeres y niñas. "Fue una auténtica masacre", describen los historiadores. Desde el día 31 de agosto, los edificios de Donostia ardieron en llamas. Prácticamente, la totalidad de ellos fueron calcinados, excepto 36 situados en la calle 31 de Agosto y la plaza de la Trinidad, que es donde se alojaban los oficiales de las tropas aliadas. El incendio duró días y los aliados hicieron oídos sordos a las peticiones de dos carpinteros para parar el incendio. "Fue un auténtico brasero". El día 8 de septiembre, a las 14.00 horas, ocurrió algo inesperado en medio de toda la barbarie. Un almacén que almacenaba pólvora se incendió y explotó. Hubo un inmenso estruendo y los franceses aprovecharon para retirarse. Se rindieron. Fue entonces cuando los aliados conquistaron el castillo de Urgull y a partir de ese día la ciudad quedó militarizada al mando del gobernador militar portugués Luis do Règo Barreto.
Enero de 1814
La reconstrucción se acordó en Zubieta
En 1813 residían unos 10.000 donostiarras en la ciudad. Cuando se produjo la tragedia, muchas familias con recursos habían huido y fueron acogidas en distintos pueblos de Gipuzkoa. Entre aquellos que huyeron, había comerciantes y ricos propietarios que se reunieron en enero de 1814 en Zubieta, en lo que era la Casa de Juntas, y decidieron encargar el proyecto de la reconstrucción de Donostia al arquitecto Ugartemendia. Además, acordaron realizar un informe -crucial para escribir la historia- con los 79 testimonios que recopiló el juez Arizte sobre todo lo acontecido durante los días del incendio, incluidas las brutales violaciones cometidas.