son las 10.30 horas y suena el teléfono móvil de Txus Manterola. Es la Policía Municipal. Han llamado desde Arrasate preguntando si quedan plazas libres en el neguetxe de Zarautz. "Sí. Ahora hay cuatro personas y tenemos espacio para quince. Pueden venir". Llegarán para la noche. Es el pan de cada día para una de las voluntarias de Cáritas y responsable del albergue para los sin techo de la villa costera.
El edificio ubicado en el parque de Monte Albertia estrenó su segunda temporada como neguetxe el pasado 15 de noviembre y desde entonces no han parado de alojar a gente. Aunque suponga mucho trabajo, Manterola se muestra contenta y admite estar "más relajada" este año.
El edificio pertenece a la Diputación, pero el coste del servicio lo asume el Ayuntamiento zarauztarra y lo gestionan Cáritas y Cruz Roja. Sirve para que las personas que viven en la calle se cobijen del frío invierno y puedan cenar y dormir en este lugar. Sin embargo, estos vecinos siguen pasando largas horas a la intemperie y desde Cáritas y Cruz Rojas observan la necesidad de crear un comedor social, donde poder dar de comer a estos huéspedes.
"En septiembre me llamó la que fuera enfermera de Zarautz María Jesús Tomás diciéndome que teníamos que montar un comedor social y empezamos a hablar con el Consistorio. Pero no encontraron ningún sitio y al final no ha podido ser", explica la voluntaria de Cáritas. Pero la idea ya había dado un paso adelante y Manterola no quiso perder la oportunidad. "Propuse en los Servicios Sociales entregar unos vales a los usuarios del neguetxe para poder utilizarlos en los bares de la localidad. Así por lo menos podían comer algo caliente y estar hora y media resguardados del frío", explica la vecina. "Desde Cáritas, a veces les damos algún vale para un bocadillo, pero todos los días no podemos hacerlo, porque es mucho presupuesto", señala Manterola.
colaboración de cinco bares Vales para bocata y café
Tras valorar la propuesta, el Ayuntamiento se puso en contacto con la asociación de hosteleros Zurekin y finalmente pusieron la iniciativa en marcha la semana pasada, con la participación de cinco bares. "Les entregamos un vale cada día que paga el Consistorio y mandamos a los usuarios a los cinco bares. Se les da un bocadillo caliente y un café. Están contentos. Creo que ayuda a su integración", indica Manterola.
El bar Txiki Polit lleva años colaborando con Cáritas y se ha animado a esta iniciativa. "Llevamos años repartiendo bocadillos y ahora se han apuntando más bares de la asociación. Últimamente son las mismas personas las que aprovechan este servicio. Cada vez vemos a más gente de aquí y más jóvenes que mayores", subraya una de las responsables de Txiki Polit, Jone Irazusta.
"Tenemos una red de voluntarios y colaboradores que es de agradecer. Por ejemplo, Romero Ameztoy, del restaurante Kirkilla-Enea, me dijo que quería ayudar de alguna manera y nos preparan la comida caliente expresamente para el neguetxe todos los fines de semana. La panadería Labe-Goxo de Azken Portu también nos da el pan y el colegio La Salle nos ha entregado productos de limpieza", subraya la responsable de Cáritas.
Aunque se ha conseguido que los usuarios del albergue para los sin techo además de cenas tengan un bocadillo caliente todos los mediodías, la intención de Cáritas y Cruz Roja es seguir trabajando para conseguir ese comedor social el año que viene. "Necesitaríamos una cocina y es difícil. Además, es también complicado conseguir voluntarios para dar comidas, porque mucha gente está trabajando a esa hora. Pero pienso que en Zarautz tiene que haber un lugar así y hay que encontrar la manera", señala la voluntaria. En este sentido, la concejala de Servicios Sociales, Ane Eizmendi, explica que hace tiempo que tiene en mente ese proyecto, pero de momento, "no existe un local adecuado para ello". "Vamos a seguir buscando un lugar idóneo, pero de momento se plantea lo de los bocadillos como solución", subraya.
Aunque para un futuro comedor sería complicado buscar a gente dispuesta a repartir la comida, no ocurre así con las cenas diarias del neguetxe. Y es que al igual que el año pasado, en esta temporada también se han animado 80 voluntarios para esta labor. "La gente está encantada de venir, porque es una experiencia muy enriquecedora", señala Manterola.
El neguetxe de Zarautz se abrió por primera vez en 2011 y aunque en principio se iba a ofrecer el servicio durante tres meses, finalmente se alargó la temporada hasta el 24 de marzo. Así, un total de 90 personas pasaron por el albergue para cenar, dormir y resguardarse del frío invierno. Cáritas y Cruz Roja también esperan que este año se pueda alargar la temporada, ya que por el momento, tienen permiso para utilizar la instalación hasta el 28 de febrero. "En marzo aún hay muchos días fríos", recuerda la vecina.
116 personas en dos meses
Sobre todo hombres
El albergue lleva abierto más de dos meses y desde el 15 de noviembre hasta la fecha se han alojado en él 116 personas: 112 hombres y cuatro mujeres. "Tenemos a gente del año pasado que ya conocía el edificio. También nos llaman de otros lugares para preguntar si hay plazas y se ve que el lugar es más conocido", indica la responsable de Cáritas. La media de edad de los huéspedes ha sido de entre 30 a 45 años. El más joven tenía 18 años y el mayor, 62. En lo que a la nacionalidad respecta, 20 eran de diversos puntos de Euskal Herria, 39 del Estado español, 28 de Marruecos, ocho de Argelia, cinco de Rumanía, tres de Senegal, otros tres de Rusia, dos de Bulgaria y una persona de cada siguiente país: Venezuela, Polonia, Perú, Holanda, Japón, Colombia, Bélgica y Alemania.
Cáritas y Cruz Roja también reparten alimentos todos los miércoles de 16.00 a 17.00 horas en el local de Aritzbatalde (frente al Instituto Lizardi) a unas 60 familias de Zarautz.