ordizia. Si del cerdo son buenos hasta los andares, el pan no se queda atrás: sirve incluso para hacer obras de arte. Los culpables son los de la panadería Goiagi de Ordizia, que quieren así rendir un homenaje a este alimento (básico en la dieta de medio mundo desde hace miles de años) y a los artesanos que lo elaboran.

Los trabajos (vestidos, zapatos, una estatua, un bosque con sus setas, un jersey sobre un lienzo...) están expuestos en D'elikatuz. La muestra cerrará sus puertas el sábado. El centro de interpretación de la localidad goierritarra se abre los días laborables de 9.00 a 13.00 horas y los sábados y domingos de 10.00 a 14.00 horas.

La panadería Goiagi se abrió en 1923 y la actual es la tercera generación. El fundador fue Juan Goiburu, después tomó las riendas del negocio su hijo Manuel y ahora el encargado es el hijo de este último, Juan Ramón. Su hermana, Mari Carmen, hace de jefa de prensa de los artesanos y ahora también artistas.

panaderos artesanos Explica que la de su familia es una empresa pequeña que, "dentro de las limitaciones actuales", elabora pan artesanalmente. "El pan casero lo hacemos aún a mano, la única máquina que utilizamos es la amasadora".

Con las manos se han hecho también los trabajos que están expuestos en el centro de interpretación D'elikatuz. No ha resultado nada fácil, pues trabajan con un material que, además de indispensable y sabroso, es delicado. "No es como la plastilina. A la masa hay que buscarle el punto de fermentación exacto y entonces darle forma. Hemos tirado mucha masa a la basura", reconoce.

Las obras de arte realizadas a base de pan, como todas las demás, son muy delicadas. Al igual que con las pinturas al óleo, hay que cuidar la temperatura y la humedad del museo. "El suelo refractario de D'elikatuz seca el pan, por lo que hemos tenido que tenerlo en cuenta a la hora de elaborar los trabajos. Alguno se ha secado y rajado y los hemos respuesto. De todos modos, aquí lo normal es que suceda todo lo contrario: que debido a la humedad, se quede como la goma y se doble", comenta la panadera de Ordizia.

Goiburu añade que, además de pan, han utilizado rosquillas y pastas. "En la exposición se pueden ver varios maniquíes, un pan con forma de mujer, zapatos, un muñeco articulado... También hemos colocado carteles que informan acerca de la historia del pan y los ingredientes que se utilizan para elaborar este alimento y fotografías que muestran la labor de los artesanos".

La familia Goiburu está muy contenta con el resultado. "La exposición ha tenido un gran éxito. Teníamos miedo de que durante el traslado se rompiese algún trabajo, pero todos llegaron sanos y salvos".

Mari Carmen Goiburu habla con pasión del pan y del oficio familiar. Conoce bien la historia de este alimento. "Dicen que cuando el ser humano se hizo sedentario, por algún motivo, aparecieron los primeros granos de trigo. Los rompían con piedras, los mezclaban con agua y después los secaban al sol o cerca del fuego. Aquellos fueron los primeros panes de la historia", explica.

Añade que en el Imperio Romano se canjeaba la mano de obra por el pan. "En aquella época los alimentos básicos eran las aceitunas y el pan. La levadura, que permite la fermentación, surgió en el antiguo Egipto", indica.

Desde entonces ha llovido mucho. El proceso de elaboración se ha mecanizado y hay panes para todos los gustos: baguette, chapata, romanito, blanquito, integral... Hay una única cosa que no ha cambiado: sigue siendo un alimento saludable que está en la base de nuestra alimentación. Y con la comida no se juega. En todo caso, se hacen obras de arte y se monta una exposición con todo el cariño del mundo.