¿Qué hacer con Sidenor-Legazpi?
La planta tiene miles de metros cuadrados, pero desde hace tres años no hay producción en esta empresa
EN 2009, a pesar de la oposición planteada por los trabajadores con el apoyo del pueblo de Legazpi, Sidenor (ahora Gerdau) cesó la actividad productiva en su planta de Legazpi. Muchos trabajadores se trasladaron a las plantas de Azkoitia, Basauri y Vitoria y otros cogieron la indemnización que les ofreció la empresa y se fueron a casa. El Ayuntamiento confiaba en que se reanudara la actividad y los sindicatos eran más pesimistas. Han pasado ya tres años y no se ha producido ningún movimiento.
El secretario general de la Federación del Metal de ELA, el legazpiarra Unai Martínez, recuerda que solo un mes y medio antes de que se cerrara la planta la dirección de la empresa les manifestó que contaba con las instalaciones de Legazpi y que éstas eran estratégicas. "La empresa en ningún momento ha dicho que la planta está cerrada y cuando Patxi López viajó a Bruselas Gerdau indicó que contaba con ella, pero esta situación puede prolongarse per secula seculorum".
Desde hace tres años los legazpiarras que trabajan en esta empresa tienen que hacer a diario un agotador viaje para ir a trabajar. "Muchos dejaron su puesto de trabajo y otros muchos se trasladan a Basauri a diario. Los menos trabajan en Azkoitia y Vitoria", explica.
El sindicalista recalca que la paralización de la actividad en la planta de Legazpi se ha dejado notar mucho en la localidad de Urola Garaia. "Se han perdido puestos de trabajo, ha habido traslados, las empresas que trabajaban para Gerdau han salido perjudicadas...". Por ello, recuerda que los sindicatos no cejan en su empeño y siguen solicitando a Gerdau que reanude la actividad. "Cada vez que estamos con ellos les recordamos que tienen una fábrica en Legazpi. No aprovechar todos esos metros cuadrados es muy grave. Hay que lanzar una ofensiva para reanudar la actividad, pero para eso hace falta una política industrial y nosotros no la vemos".
Martínez no es optimista. "La empresa todavía dice que cuenta con la planta de Legazpi, pero volver a poner en marcha esas instalaciones no es fácil y a las empresas no les gusta vender sus dependencias a la competencia". De todos modos, manifiesta que no se rinden: "Nuestro objetivo es que Gerdau-Legazpi se vuelva a abrir y los trabajadores del pueblo puedan volver a trabajar cerca de su casa. Pero para poder avanzar necesitamos que la empresa nos diga la verdad, pues en la actualidad lo que tenemos es una fábrica fantasma que en teoría no está cerrada".
futuro
El papel del Gobierno Vasco
El legazpiarra considera que las instituciones deben desempeñar un papel más importante que hasta ahora. "Tienen que presionar a Gerdau para que presente un plan, pues en este momento no lo hay: dicen que traerán trabajo pero en menor cantidad que antes, que es cuestión de tiempo... Estamos en stand-by".
Se muestra muy crítico con el Gobierno Vasco. "Este pueblo necesita proyectos industriales. El Departamento de Industria tiene que presionar a Gerdau. El nivel de exigencia a las empresas debe dar un salto. En este momento no se les exige nada. Se les da dinero y luego hacen lo que quieren. No hay más que ver lo que ha sucedido en Corrugados".
La exparlamentaria y concejal del PNV en Legazpi Ane Urkiola, es muy crítica con el papel que están desempeñando tanto el Gobierno Vasco como el equipo de gobierno (Bildu). "El Ayuntamiento no ha llevado a cabo gestiones. Nos dijeron que la empresa no les respondía, pero nos parece una postura muy derrotista. Hay que reconocer que es una propiedad privada, pero ha habido ocasión de realizar gestiones con Gerdau y no se ha hecho. Debería hacer lo posible para que esa propiedad pase a manos de Legazpi, pues no creemos que la empresa vuelva a poner en marcha la planta", comenta.
Llegados a este punto, tiene claro que para que los terrenos pasaran a ser de propiedad municipal todas las instituciones deberían ir de la mano. "Es un asunto demasiado grande para un Ayuntamiento. Se debería redactar un plan junto con la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco", añade Urkiola.
Se muestra contrariada también por el papel desempeñado en Lakua. "Los socialistas no han hecho nada con respecto a este asunto. En Euskal Herria hay muchos casos similares y el Gobierno Vasco debería canalizar la recuperación de esos espacios. Se conformó con salvar la planta de Basauri sin tener en cuenta el equilibrio entre territorios ni el mantenimiento de una red siderúrgica".