Donostia. Durante esta semana y mientras dure la Aste Nagusia los transportistas podrán estacionar sus vehículos en las puertas de los locales de la Parte Vieja a los que reparten mercancías. De esta manera, durante dos semanas, el barrio volverá a contar con el mismo sistema de carga y descarga que tenía hace unos meses, hasta que el Gobierno municipal decidió concentrar los vehículos de los transportistas en cuatro puntos: el Boulevard, la calle San Juan, la plaza de la Constitución y la calle Aldamar.

Según fuentes del departamento de Movilidad, la decisión tomada por el Ayuntamiento para las fiestas tiene un doble objetivo. Por un lado, desean que se garantice el horario de carga y descarga -entre 7.00 y 11.30 horas-. Las fuentes consultadas indicaron que durante la Semana Grande suele haber mucho más movimiento de vehículos, por lo que restringir las zonas para el estacionamiento podría provocar que muchos transportistas no puedan acabar su trabajo para las 11.30 horas. Por otro lado, el aumento del tráfico conllevaría que alguna zona, como la de la plaza de la Constitución, se colapsase. Para evitar ambas situaciones, el Ayuntamiento ha tomado esta determinación.

Asimismo, desde Movilidad quisieron recordar que en la calle Aldamar la zona de carga y descarga se mantendrá como hasta ahora: finalizará a las 20.00 horas.

los transportistas, molestos Fue a principios del mes de mayo cuando el Ayuntamiento comenzó a aplicar la nueva normativa de acceso de vehículos a la Parte Vieja. En ella se contemplan los citados cuatro puntos de estacionamiento para la carga y descarga de mercancías, así como un límite máximo de 40 minutos para realizar las labores de reparto. En cuanto a esta última medida, el Consistorio anunció, recientemente, que tendría "cierta flexibilidad". Estas decisiones se tomaron para disminuir el tráfico rodado en la zona y para que la Parte Vieja fuese "más amigable" para el peatón.

No obstante, los transportistas que día a día tienen que trabajar en este enclave urbano no están nada contentos con la decisión adoptada.

El repartidor Javi Corera, por ejemplo, se quejaba ayer por la mañana de que limitar a únicamente cuatro zonas el estacionamiento de sus vehículos provoca constantes retrasos en las entregas. "Lo que antes hacía en 40 minutos, ahora me cuesta hora y media", explicó ayer por la mañana. Asimismo, Corera expuso que hace unos pocos días tuvo que dejar seis entregas sin hacer por falta de tiempo.

Ander Areias, transportista de alimentación, también consideró que este sistema provoca cierto "alboroto", al tiempo que se tarda más en hacer las entregas. En este sentido, apuntó que primero tienen que programar las salidas a los clientes de la Parte Vieja y luego al resto, lo que provoca ciertos retrasos en las entregas fuera de este barrio. "Para quedar bien en Lo Viejo, quedamos mal con el resto", aseguró y añadió que el Ayuntamiento "parece pensar más en los turistas que en los trabajadores".

En la plaza de la Constitución un transportista de una conocida sidrería, notablemente enfadado por la situación, echó en cara al Ayuntamiento que no tiene en cuenta "los riesgos laborales" que supone andar con los palés de un lado a otro. "Si dejamos de repartir se acabarán las tonterías", sentenció. Este hombre criticó que el límite de 40 minutos impuesto les obliga a salir y volver a entrar a la Parte Vieja. También recriminó que hay ocasiones en las que no hay sitio en la plaza de la Constitución para estacionar las camionetas. Desde Movilidad, por su parte, indicaron que en estos casos los agentes indican a los transportistas en qué zonas fuera de las citadas cuatro pueden estacionar su vehículo.

A diferencia de sus compañero del sector, Ángel Múgica reconoció que aunque en un principio "era contrario" a esta medida, ahora es favorable. Asimismo, consideró muy acertada la medida del Ayuntamiento de ampliar la zona de carga y descarga a todo el barrio durante las fiestas.