urretxu. Ayer tuvo lugar la reinauguración del bar-albergue de Santa Bárbara y a partir de hoy abrirá sus puertas a diario, a las 10.00 horas. Los nuevos adjudicatarios de este establecimiento de propiedad municipal son Iñaki Lizarralde, del bar The Intrepid Fox de Urretxu, y Manex Burón, del Kortaberri de Zumarraga. Con ellos trabajarán Julen Garralda y Naiara Hernáez. El objetivo de estos cuatro vecinos es ofrecer un buen servicio a los vecinos que se acerquen a este emblemático lugar y organizar actividades relacionadas con la montaña para atraer clientela al albergue.
Los cuatro trabajaron en el bar The Intrepid Fox. Además, Burón es cocinero y Garralda y Hernáez tienen experiencia en el mundo de la educación y a todos les gusta mucho el monte. Tal y como se ha indicado, tienen previsto poner en marcha iniciativas para hacer que la gente se acerque a Santa Bárbara. Entre otras cosas, pretenden colaborar con Baserria: Natur Eskola Bizia y con Lenbur. De este modo, ofrecerán la oportunidad de pernoctar a los colegios que vienen a conocer la comarca.
También pretenden organizar talleres de iniciación al montañismo: enseñar a montar una tienda de campaña y a hacer la mochila, mostrar los árboles y las fuentes de aquella zona, observar las estrellas, visitar los caseríos y los museos... Tienen pensado, incluso, ofrecer a los niños la oportunidad de pernoctar al aire libre los días de buen tiempo.
el apoyo de los vecinos Todo ello, sin olvidar a los vecinos. Lizarralde comenta que "durante años" ha reflexionado acerca de los motivos por los que el establecimiento no funcionaba y reconoce que las condiciones que ha puesto esta vez el Ayuntamiento de Urretxu son "más realistas". Ellos abonarán 7.200 euros al año por el negocio.
Considera que todos los urretxuarras desean que Santa Bárbara cuente con un establecimiento hostelero a la altura de aquel entorno y espera contar con su apoyo. "La gente del pueblo subirá cuando vea que la gestión es adecuada. Yo mismo, para estar con mis amigos, elijo lugares en los que me siento a gusto. Santa Bárbara necesita la ayuda de los grupos locales. Todo el mundo quiere que funcione: no por motivos económicos, sino sentimentales. Por eso, les invitamos a todos a colaborar con las actividades y promover iniciativas".
Hasta octubre el establecimiento abrirá sus puertas a diario: desde las 10.00 hasta la hora de cierre marcada por la ley. Tal y como debe ser en un bar de estas características, se ofrecerán pintxos durante todo el día. También habrá bocadillos y platos combinados. Los adjudicatarios se encargarán de la limpieza del local y de la terraza e invitan a todos los usuarios a mantener limpio el entorno.
Lizarralde se muestra entusiasmado. "Julen y yo llevamos toda la vida viajando con la tienda de campaña, durmiendo en albergues y organizando excursiones. Trabajar en un sitio como este es la ilusión de cualquiera que está metido en este mundo", concluye.