Síguenos en redes sociales:

Los vecinos del barrio Larramendi dicen "sí" al soterramiento de la calle

El 60% de los 1.027 votos emitidos fueron favorables a la obraLa consulta era vinculante por lo que el proyecto, de 2,5 millones de coste, se ejecutará

Los vecinos del barrio Larramendi dicen "sí" al soterramiento de la calle

Tolosa. El plan A se impuso ayer al plan B en el barrio Larramendi, o, lo que es lo mismo, el soterramiento fue la opción ganadora en la consulta popular que convocó el Ayuntamiento. En total se recogieron 1.027 votos, de los cuales 632, un 60%, apoyaron la construcción del subterráneo y 391 (un 40%) optaron por no soterrar el vial y crear equipamientos para el barrio (más dos en blanco y dos nulos). Tal y como prometió el alcalde, Ibai Iriarte, la consulta sería vinculante, por lo que la calle Larramendi finalmente será soterrada.

1.695 personas tenían ayer derecho a voto en el referéndum popular que el Consistorio había decidido convocar para diseñar la urbanización del barrio. Aunque el proyecto de soterrar la calle ya estaba aprobado, tras su llegada el gobierno Bildu lo puso entredicho y quiso que fueran los vecinos quienes tuvieran la última palabra. Entre tanto, se han movilizado dos plataformas a favor y en contra: Larramendi Lurperatzearen Aldeko Bizilagun Taldea y Larramendi Bizirik.

El porcentaje de participación también fue del 60%, dato que ayer mismo el alcalde valoró muy positivamente. "Haber movilizado a mil personas es magnífico, ya que con el proceso participativo que se ha llevado a cabo hoy los vecinos están más informados que hace un año. Creo que hemos dado un gran paso a favor de la participación y la democracia", manifestó tras el recuento público de votos.

La elevada participación confirma el interés que ha suscitado el debate sobre el soterramiento en el barrio. Los integrantes de la comisión de trabajo y los portavoces de la empresa que ha liderado el proceso de participación fueron los encargados de estar en la mesa electoral y realizar el recuento de votos.

Según el propio proyecto de urbanización, harán falta trece meses para la ejecución del soterramiento. Los partidarios de la obra han defendido que el paso subterráneo aporta "seguridad para los peatones y se crea una gran plaza central", mientras que los opositores han esgrimido que la obra "no es necesaria" y abogaban por destinar los 2,5 millones a equipamientos.