la ubicación más adecuada para la nueva estación de autobuses de Donostia es Riberas de Loiola. Así lo cree la organización Riberas de Libro de Texto, que ayer organizó unas jornadas en el centro cultural Koldo Mitxelena para debatir sobre cuál puede ser la mejor localización.

Durante la mañana se programó un debate a tres bandas entre el técnico de Urbanismo de Donostia, Mikel Iriondo; el director de Obras y Proyectos del Ayuntamiento, Alfonso Vázquez; y el presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril, Adolfo Lumbreras. Desde la organización se disculparon con el público al presentar únicamente a ponentes defensores de la propuesta de Riberas de Loiola. Desde Riberas de Libro de Texto aseguraron que no habían encontrado a ningún apologista de la opción de Atotxa que aceptase la su invitación.

Metidos ya en las exposiciones, mientras hay personas que defienden Atotxa por su ubicación céntrica, los expertos expusieron que no todo es lo que parece. Uno de los puntos importantes que destacó Iriondo es que Riberas cumple con las condiciones de "centralidad urbana". En este punto, rechazó la idea de la "centralidad administrativa" que se impone en Donostia, en el cual el eje de la ciudad se encuentra en el Centro. Al contrario, expuso que el verdadero epicentro de la ciudad se encuentra más al sur. Aseguró, además, que hay que tener en cuenta la proyección de futuro de la ciudad y el desarrollo del corredor del Urumea. En este paso, indicó que "es la hora" de dar el salto del centro del siglo XIX al del siglo XXI.

El técnico también enumeró la decena de propuestas de ubicación que ha tenido la estación durante las dos últimas décadas y recordó que el proyecto de Riberas no es nuevo. En Plan General de 1995 ya se contemplaba y fue ratificado por el Gobierno de la ciudad en 1999. Siete años después, no obstante, el Ejecutivo socialista cambió su ubicación y comenzó un proyecto "desde cero" en Atotxa, a consecuencia del proyecto de Tabakalera y de que Adif dijo que el TAV podría llegar a la Estación del Norte.

El técnico expuso, no obstante, que, entre otras cuestiones, Riberas es un lugar donde se puede desarrollar el "mejor matrimonio posible" entre los autobuses de largo y medio recorrido, EuskoTren y Renfe -y "si fuese posible" también con la Alta Velocidad-. Es decir, que podría desarrollar la intermodalidad "de manera progresiva".

Tras Iriondo, Vázquez tomó la palabra y se encargó de detallar las características de la nueva estación, que prevé un periodo de ejecución de 18 meses. Indicó que desean que esté terminada para 2015.

En referencia a su ubicación, bajo la parcela que el Jardín de la Memoria, aseguró que el terreno es muy grande y permite diseñar la parada con base en sus necesidades. En cuanto a la de Atotxa, debido a la limitación existente, el diseño se ha realizado según el espacio y no las necesidades, aseguró. Al mismo tiempo, resaltó que las obras apenas supondrán molestias para los vecinos, más que el característico ruido y la entrada y salida de camiones de obra.

Por último, Lumbreras hizo un recorrido histórico sobre el transporte público en Donostia desde el siglo XIX e hizo hincapié en las oportunidades perdidas. En este sentido, criticó la desaparición de la línea de tranvía que unía las plazas Easo y de Gipuzkoa y también la construcción en 1965 de una estación de autobuses bajo la torre de Atotxa -donde se encuentra el depósito municipal de vehículos-, que nunca llegó a utilizarse por su difícil acceso. Lumbreras terminó su exposición citando al escritor romano Publio Sirio para exponer que se ha de aprender de los errores del pasado para no repetirlos: "El hoy es discípulo del ayer", citó.