¡Cafeteros, al tren!

QUIÉN nos iba a decir que íbamos a dejar el txikiteo diario para tomar cafés sentados alrededor de una mesa... Los tiempos cambian que es una barbaridad y estos últimos años las cafeterías han ganado terreno a los bares de toda la vida. En todos los pueblos se han abierto muchas y de muy distintas características, pero ninguna como la que se inauguró el martes en Beasain. El mercado está saturado, estamos en crisis y hay que aguzar el ingenio: dos emprendedoras beasaindarras han comprado un vagón del año 1928 que está acondicionado como establecimiento hostelero y lo han colocado en el aparcamiento de Bernedo, junto al ambulatorio. Qué mejor lugar para sacar adelante una iniciativa así que Beasain, la localidad donde desde hace casi un siglo se construyen trenes para todo el mundo.

Las dos mujeres que han abierto esta original cafetería son Marijose Fernández y Nagore Mendoza. El vagón, de la prestigiosa empresa Wagon Lits, lleva semanas en Bernedo y ha despertado una gran curiosidad. El pasado martes decenas de personas se acercaron a él para poder, por fin, verlo por dentro y de paso disfrutar del aperitivo.

trayecto

De Hondarribia a Altsasu

Fernández ha pedido una excedencia en la empresa Eroski y Mendoza ha trabajado siempre en la hostelería. Fue el padre de esta última la que les propuso no dejar pasar este tren. "El vagón estaba en Altsasu, cerca de la carretera que lleva a Pamplona, y los propietarios estaban un poco cansados del negocio. Además, estaba junto a unos pabellones industriales y en aquella zona se están cerrando muchas empresas. Pusieron a la venta el coche, el padre de Nagore nos informó de ello y nos animó a comprarlo", comenta Fernández.

Las dos mujeres tenían claro que si lo adquirían, sería para colocarlo en Beasain. Se pusieron en contacto con el Ayuntamiento y quieren dejar claro que tanto el anterior equipo de gobierno como este les han dado facilidades. Han firmado un contrato para diez años. "Tanto al alcalde de antes como al de ahora les gustó mucho la idea. En un principio queríamos ponerlo en otro lugar, pero nos dieron más opciones y este sitio nos parece ideal: en el ambulatorio no hay cafetería y la gente lo estaba demandando. Además, estamos situadas en el mayor aparcamiento de Beasain, que es también un lugar de encuentro. Ofrecemos sobre todo cafés, pero también servimos otro tipo de bebidas y pinchos. Abrimos de lunes a domingo, en los días laborables a las 7.00 horas", explican.

Solo tienen una queja: la falta de ayudas económicas para los emprendedores por parte de las instituciones. "Los minusválidos no pueden acceder, pues no tenemos ayudas para el elevador. Hemos dejado una puerta libre, pero el elevador más barato cuesta 7.000 euros y de momento no nos lo podemos permitir. Nos dicen que una vez puesto puede haber una subvención, pero no nos podemos arriesgar".

Las beasaindarras conocen bien la historia del vagón que acaban de adquirir. Fue construido en 1928 en Birminghan por la prestigiosa empresa Wagon Lits como vagón-litera y durante muchos años completó el trayecto entre Madrid y Lisboa. Después lo compró un matrimonio alemán y estuvo en el aeropuerto de Hondarribia antes de llegar a Altsasu. Recuerdan que solo queda otro igual: está en el Museo del Ferrocarril de Madrid.

Este otro ha encontrado un destino más idóneo aún. En Beasain, junto a una estación con solera y una empresa donde se fabrican trenes. El vagón está a la altura de la localidad donde ha finalizado su trayecto. No en vano, Wagon Lits es una compañía con solera en el mundo del ferrocarril. Se fundó en 1872 en Bruselas para ofrecer servicio a las líneas de ferrocarril de toda Europa y es sinónimo de lujo. Sus vagones cafetería y cama han recorrido toda Europa hasta Turquía e incluso Oriente Próximo y África. En la península entraron en 1880 y se utilizaron en la línea Madrid-Hendaia.

Cabe destacar que el modelo del que se puede disfrutar en Beasain es el primero construido con metal que llegó a la península. Hasta entonces las carrocerías eran de madera. Con este tren se inauguró en 1943 la línea entre Madrid y Lisboa Lusitania Expreso. Esta mejoró notablemente las comunicaciones entre un país y otro, pues el control de pasaportes se llevaba a cabo en el mismo tren. El vagón que está teniendo una segunda vida como cafetería dejó de circular en 1989.

Fernández y Mendoza, a raíz de la adquisición del mismo, se están aficionando al mundo del ferrocarril. "La verdad es que hay mucha gente apasionada de los trenes y algunos ya se han puesto en contacto con nosotros. Imaginamos que la gente mayor que ha viajado en ellos también se acercará a nuestra cafetería. Alrededor de los vagones Wagon Lits hay todo un mundo". Algunos se utilizan todavía para viajes inasequibles para la mayoría de los mortales, pero en Beasain se puede disfrutar de todo el lujo y la exclusividad de un Wagon Lits por poco más de un euro.