El pasado viernes, 30 de marzo, el malecón de Zarautz se vistió de fiesta para acoger la nueva heladería Xibarta, la única de todo el paseo marítimo del municipio costero. A pesar de que la inauguración comenzaba a las 18.00 horas, desde mucho antes la gente empezó a acercarse y a reunirse alrededor de las nuevas instalaciones. Nadie quería renunciar a su helado.
Las 18.00 en punto, y los helados, de todos los sabores y colores, empezaron a desfilar por todo el malecón. Pronto, aquellos que no se habían percatado de la inauguración acudieron a la heladería para hacerse con su cucurucho. Además, los más pequeños obtuvieron un globo de gas, con el que se entretuvieron durante toda la tarde. En tan solo dos horas, esta nueva heladería zarauztarra obsequió a sus vecinos y nuevos clientes con más de 1.800 helados.
A pesar de la incertidumbre y de los nervios de la apertura, todo salió a pedir de boca, y nunca mejor dicho. Buen tiempo y helados gratis, el mejor plan para un viernes por la tarde. "Para nosotros ha sido todo un placer. No contábamos con tener tan buena aceptación. Estamos muy agradecidos a todos nuestros vecinos por acudir a la inauguración, que al fin y al cabo, fue como una fiesta" explica Xabier Garraztazu, propietario de la heladería Xibarta, junto a su hermana, Eli.
Xabier lleva más de 25 años elaborando helados. Primero comenzó en la pastelería de su familia, Gaztelu, y ahora se ha puesto de lleno junto a su hermana en la heladería Xibarta. Disponen de casi 30 sabores diferentes. De este modo, se pueden encontrar los helados más tradicionales, como el de chocolate, nata, vainilla o el de yogur, que nunca cansa, hasta sabores mucho más elaborados y cremosos como el chocolate con naranja, arroz con pasas, Ferrero Rocher blanco y negro, incluso los favoritos de los más pequeños, el helado de pitufo, que llama la atención por su colorido, o el helado de chicle, entre otros sabores.
Desde el pasado sábado, 31 de marzo, la heladería Xibarta se encuentra abierta al público, de 11.30 a 22.00 horas, para endulzar un poco más las vacaciones de Semana de Santa de sus vecinos, y de todo aquel que recaiga por esta localidad costera.