Arrasate, por la inserción laboral
"El tiempo pasa volando", comenta un sonriente y dicharachero David tras regresar airoso de su misión de entregar la correspondencia por las diferentes dependencias que alberga el edificio consistorial. Desde el pasado mes de febrero acude todas las mañanas al archivo municipal para "triturar papeles, ordenar documentos, plastificarlos... y, además, los viernes voy al euskaltegi para ayudar a preparar el material", detalla Raso. Asegura que está "muy contento" con la experiencia: "Aquí -en referencia al ayuntamiento- todos son mis amigos: Marijo, Loli, Isa, Goyo, Juanma, Joxe Mari, Idoia, Joserra...", manifiesta.
Fomentar la formación y las prácticas laborales de las personas con discapacidad intelectual es el objetivo del citado programa en el que toman parte alrededor de 75 guipuzcoanos. Todos ellos desempeñan labores auxiliares y de colaboración en distintos organismos públicos y empresas privadas, que "suponen un paso más en la diversificación de oportunidades laborales para la gente con mayores dificultades de acceso al empleo como es el caso de este colectivo", explican desde el Grupo Gureak.
Adelaida García y Jhimy Caraballo también forman parte de Pauso Berriak. La primera tiene su lugar de trabajo en la residencia de ancianos Iturbide, un centro que visita de lunes a viernes de 9.00 a 13.00 horas. "Nada más llegar me pongo el uniforme y, a partir de ahí, sirvo los desayunos, reparto ropa, hago las camas y ayudo en los traslados de los residentes; aunque lo que más me gusta es hablar con los mayores y contarles lo que he hecho durante mi tiempo libre", cuenta Adelaida, que aunque nació en Eibar ya lleva un tiempo viviendo en uno de los pisos que la asociación Atzegi tiene en Aretxabaleta.
Mientras tanto, Jhimy se encarga del mantenimiento y limpieza de las instalaciones deportivas de Musakola. "Los lunes y martes limpio la cancha de fútbol; los miércoles y jueves el frontón; y los viernes las pistas de tenis y pádel, además de preparar el baño turco...", enumera este vecino de Arrasate, que controla a la perfección las funciones que a diario tiene encomendadas en el polideportivo, donde, cuando así se lo requieren, arregla "bicis, taquillas y otros cosas en mal estado". Jhimy está encantado con la experiencia que está viviendo, hasta tal punto que afirma que le gustaría "muchísimo" quedarse trabajando en el complejo deportivo de Musakola.
Mil horas de formación práctica, distribuidas en cuatro horas diarias, es el periodo en el que se prolonga la iniciativa con la que el Grupo Gureak busca la inserción en un entorno laboral ordinario de los discapacitados intelectuales, que reciben una beca por parte de la Diputación.
para el ayuntamiento cerrajero
Primera experiencia
El Consistorio cerrajero es la primera vez que se embarca en un programa de estas características. "Las administraciones públicas debemos dar ejemplo en la promoción de este tipo de iniciativas", considera la técnico municipal de Empleo, Marga Garmendia, para quien es "muy importante hacer visible" cómo trabajan las personas con deficiencias intelectuales. En Arrasate ya han dado un primer paso.
El convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el Grupo Gureak tiene un año de vigencia -Adelaida terminará las prácticas el 21 de diciembre; Jhimy y David en febrero-, pero no se descartan nuevas colaboraciones, "porque la experiencia está resultando muy grata", sostiene Garmendia.
Al final del largo camino de este prometedor y ya iniciado proceso, estaría la contratación de este colectivo a través de la creación de puestos fijos en la plantilla municipal.
"Se trata, asimismo, de sensibilizar a la sociedad y concienciar a las empresas y organismos acerca de la capacidad de trabajo de estas personas, para que en un futuro puedan ser muchas más las entidades que cuenten en su plantilla con gente con discapacidad intelectual", señala la tolosarra Ane Larrea, preparadora laboral de Pauso Berriak, en el que junto con Arrasate participan municipios como Bergara (en la biblioteca y la Fundación Uliazpi), Eibar, Ermua, Zarautz, Usurbil o Errenteria.
fórmula de continuidad
En régimen ocupacional
Larrea considera "muy positivos" los resultados que se están cosechando. Según opina, es "una manera de que conozcan también otra clase de trabajos fuera de los talleres de Gureak", donde, tal y como exponen David, Adelaida y Jhimy, "hacemos cosas muy distintas: embolsamos cables, los montamos, contamos llaves...".
La iniciativa recoge sus frutos. Y en esta línea se ha puesto en marcha una "fórmula de continuidad que en un principio no existía, y que permite que cuando no sea posible formalizar un contrato de trabajo se continúe el proceso de capacitación a través de una plaza en régimen ocupacional, como ya están llevando a cabo en los ayuntamientos de Errenteria, Legazpi, Azpeitia y Pasaia", añaden desde el programa.
Para Larrea es "muy gratificante" ver cómo las personas que apoya a través de este proyecto "se van desenvolviendo cada vez mejor y de forma independiente; es una oportunidad para que demuestren sus capacidades".
Como es habitual, David, Adelaida y Jhimy, los protagonistas de esta historia, también tienen sus aficiones fuera de su jornada laboral que reparten entre el taller de Gureak y las tareas que desarrollan para el consistorio arrasatearra. "Hago pulseras como las que llevo puestas y escucho música. Me gusta mucho Bisbal, una vez fuimos a un concierto a Bilbao con las monitoras de Atzegi", recuerda Adelaida ante la atenta mirada de sus compañeros.
Jhimy, por su parte, dedica sus ratos de ocio a "jugar a la consola -se ríe-, al tenis y a andar en bicicleta". "Los fines de semana siempre hago planes con los amigos", indica. Ir a la biblioteca a leer la prensa, y "otras muchas cosas" por Internet, es uno de los hobbies de David, que es tercer entrenador del equipo senior de chicas de baloncesto del Eskoriatza Kirol elkartea. "A ver si espabilan", bromea acerca de sus pupilas. Humor, desde luego, no le falta.
El reto último, en definitiva, consiste en que el mayor número de estas experiencias puedan tener continuidad y que la inserción de este colectivo en las empresas ordinarias comience a ser significativa en el mercado laboral.