Donostia. El Ayuntamiento de Donostia prevé anular la reserva de más de un millón de metros cuadrados de terrenos en la loma de Antondegi, junto a Martutene, una zona en la que estaba prevista la construcción de cerca de 4.000 viviendas protegidas, en su mayoría, de la mano del Consistorio y del Gobierno Vasco.
La anulación de la reserva municipal de suelo está incluida en el orden del día de la junta de gobierno local de hoy, lo que indica que el nuevo Ejecutivo de Bildu no apuesta por este tipo de promoción de viviendas, que ocupa suelo de carácter rural en la actualidad
El proyecto de Antondegi hizo correr ríos de tinta en las dos últimas legislaturas, ya que se presentó como una iniciativa sostenible, en la que todas las viviendas proyectadas contarían con una sistema de agua caliente común, calefacción y electricidad, entre otras iniciativas de carácter medioambiental. El Ente Vasco de la Energía, incluso, presentó en 2007 un estudio en el que aseguraba que el 13% de la energía que se consumiría en la zona se crearía en el mismo barrio. Para ello, se construiría una instalación de ecogeneración con unos motores grandes, que funcionarían con gas natural y producirían electricidad.
Ese mismo año, el entonces consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Javier Madrazo (IU), se personó en la zona y anunció que las obras comenzarían en 2009. Asimismo, llegó a decir que el proceso para la construcción de Antondegi era "imparable".
consumir terreno Sin embargo, estos planes novedosos parece que se quedarán en agua de borrajas o, al menos, tendrán que esperar en vista de la situación económica y de la política de los nuevos gestores municipales de Bildu, que apuestan por consumir menos terreno verde y aprovechar más las zonas construidas existentes.
La reserva de 1.000.454 metros cuadrados de suelo fue aprobada por la mayoría de la Corporación donostiarra en diciembre de 2007. Según explicó el entonces concejal de Urbanismo, el socialista Jorge Letamendía, la reserva de suelo tenía como objetivo que la Administración pública pudiera intervenir en cualquier operación de compra-venta de terrenos privados que se produjera en zonas afectadas por planes concretos, como el de Antondegi. Es decir, que los propietarios privados no puedan especular con estos terrenos, a sabiendas de que en ellos está previsto construir viviendas públicas.
La reserva de suelo de Antondegi, así como la de Zubieta, recibió numerosos recursos, que fueron rechazados por la mayoría de la Corporación. El entonces corporativo de EA, Ricardo Burutaran, actual concejal de Urbanismo de Bildu, se opuso a rechazar algunos de estos recursos, precisamente por considerar que el número de viviendas previstas en Antondegi era excesivo.
Además de los pisos, la zona preveía contar con 100.000 metros cuadrados para actividades empresariales, 70.000 de ellos para industrias y el resto, para comercios.