"Nos adaptamos a las necesidades de las personas y de ahí nace el tanatorio-crematorio de Villabona"

Villabona. ¿Por qué un tanatorio-crematorio en Villabona?

Nuestros cimientos en la comarca están en Tolosa desde 1986, pero allí no había posibilidades de instalar un horno crematorio porque está en un núcleo urbano. Pensamos que Villabona era un municipio adecuado para ello, ya que es Tolosaldea y está cercano a Andoain. Es un lugar estratégico para ofrecer este servicio a los vecinos de Tolosaldea, a los del valle Aiztondo y también a los de Andoain, y complementa las instalaciones que tenemos en Tolosa. Nuestro deber es adaptarnos a las necesidades de las personas y estar cerca de ellas.

¿Qué condiciones hay que cumplir para instalar un crematorio?

La normativa exige que los crematorios se instalen fuera del núcleo urbano. La mayoría se llevan a polígonos industriales, y en el nuestro estamos en plena naturaleza; al lado del río y desde los ventanales vemos el monte Ernio. Hemos querido transmitir la tranquilidad a las familias a través de la naturaleza.

¿Hasta ahora a dónde se han dirigido los vecinos de Villabona?

Villabona está muy vinculada a Tolosa, y cuando ha fallecido un familiar muchos han utilizado el tanatorio de Tolosa. Sin embargo, en Errekalde desde hace diez años ofrecemos el servicio de crematorio, y dependiendo de las intenciones de cada familia, también han tenido costumbre de acudir allí.

El aspecto del nuevo tanatorio-crematorio es muy vanguardista. ¿Qué ofrecen sus instalaciones?

En la entrada hay un espacio para atender a las familias, con una pequeña exposición. En la misma planta baja hay una sala polivalente, pensada para oficiar ceremonias civiles, que está separada por un cristal por donde se ve la introducción de la caja en el horno. En la primera planta se ubican dos salas para despedir a los fallecidos, una lleva el nombre Aitzondo y la otra Ernio. El verde de los árboles y la montaña se adentra por los ventanales. Ambas tienen una zona de recepción y otra para los que quieran decir el último adiós al familiar fallecido. Además, hay una zona para conversar o tomar el café. En el exterior hay una zona amplia de aparcamiento para que las familias puedan llegar en coche.

¿Cuáles son las características del horno crematorio?

Es un horno de última generación, sostenible con el medio ambiente, que sigue nuestra filosofía se preservación de la naturaleza. No contamina, ya que todas las emisiones están controladas con un ordenador. Los vecinos no verán humos negros, ya que el horno desprenderá vaho a través de unos filtros.

Por la experiencia que tienen en Gipuzkoa, ¿por qué cree que cada vez se opta más por la cremación?

En Gipuzkoa somos pioneros en servicios funerarios y en Tolosa este año hemos cumplido 25 años, y todos estos años de experiencia nos han permitido ver cómo están cambiando los hábitos a la hora de despedir a nuestros familiares. Ahora hay más crematorios, porque la demanda es mayor. Antes, la tradición era tener panteones y enterrar a los muertos, pero ahora hay más costumbre de incinerar los cuerpos y esparcirlos en un lugar especial para el difunto; el caserío, el monte, el mar... Creo que no solo ecológicamente es una opción más amable, sino también hace que el último adiós no sea tan duro. Y cuando la familia recibe la urna con las cenizas, realiza una ceremonia más íntima. Aquí la incineración puede en torno al 38-40% y en el Estado la cifra es un poco más alta.

¿Qué acogida está teniendo el tanatorio en Villabona?

Lo abrimos hoy, pero ya ha habido llamadas interesadas en utilizarlo. Les hemos tenido que decir que aún no estaba en marcha. El bidegorri de Villabona llega hasta el tanatorio y eso hace que esté muy bien conectado con el municipio y que la gente llega fácilmente. Además, en el exterior hay un espacio donde uno se puede sentar y encender su ordenador portátil, ya que hay servicio Wi-Fi. Queremos estar cerca de la gente y para nosotros lo más importante son las personas.

Son momentos difíciles para la familia. ¿Cómo se debe actuar?

Nosotros pasamos dos o tres días con la familia, y estamos viendo que después de hacer todo el papeleo es cuando la familia siente el verdadero vacío. Pensamos que podemos hacer algo para ayudar a superar ese duelo y en la sala polivalente de el tanatorio-crematorio de Villabona queremos organizar foros, charlas y coloquios con cierta asiduidad.