Aviso a paseantes: un nuevo camino acaba de abrir y amenaza con convertirse en una de las travesías más transitadas. Por lo menos por los vecinos de Pasaia y alrededores.
Desde que el bidegorri que une Herrera y Buenavista se abriera al público, la curiosidad de los residentes ha despertado. Y es que, caminar sobre un pavimento por el que no hace mucho circulaban los vehículos a toda velocidad, tiene su punto.
La antigua N-I ya nunca será la misma. Mientras la carretera inferior y más cercana al puerto de Pasaia se ha mantenido para el tráfico -con un carril para cada sentido- la vía de arriba acoge ahora un carril bici, una vía para el paseo y toda una serie de bancos donde los transeúntes pueden parar a descansar. Todo ello, rodeado por zonas verdes a las que habrá que esperar a primavera para poder ver florecer.
Unas semillas plantadas, en parte, por los vecinos de la zona, que hartos de vivir partidos en dos por esta carretera "hipertransitada" comenzaron a reclamar un lugar donde poder hacer vida de barrio. Y el Ayuntamiento ha comenzado a atender sus peticiones. Una de las medidas ha sido esta: apostar por una movilidad sostenible y que priorice el disfrute del peatón sobre el de los vehículos.
Con este último tramo, el Consistorio ha conseguido unir la zona baja de Altza con Pasai Antxo o Errenteria, pudiendo alargar el paseo hasta, por ejemplo, Oiartzun.
Este es uno de los planes que tiene Leticia Escudero: "Es un camino genial para poder ir en bicicleta hasta Oiartzun y pasar el día allí". Ella, vecina de Oleta, explica que volver a casa de noche por escalerillas le creaba bastante inseguridad, pero que "con la nueva calzada y la iluminación" el entorno está "mucho mejor".
"Soy de Trintxerpe y hago este camino todos los días, hasta llegar a Pasai Antxo donde cojo la motora y cruzo hasta el barrio", se presenta Juan, que reconoce que la nueva vía "está muy bien". Este jubilado critica, sin embargo, "que esta obra la tenían que haber hecho mucho antes". Pero dice estar encantado: "Porque hasta para cruzar la carretera en las rotondas, hay un botón donde pedir paso al semáforo". "La verdad es que no sé si ahora el camino es más corto, pero desde luego, al ir libre, parece que vas más rápido", agrega.
"Está estupendo", opina Helena Barroso, que viene de pasear con la nieta. A pesar de no haber hecho uso alguno de la nueva calzada, la vecina asegura estar muy a gusto con el resultado de la obra de adecuación: "Como paseo todos los días con la nieta, tengo intención de comenzar a utilizarlo en breve, porque lo han dejado genial".
Al igual que ella, Antxon Segues también se compromete a probar el paseo en cuanto el tiempo lo permita, "aunque el que verdaderamente quiero usar es el bidegorri que van a abrir en el túnel que conecta Herrera con Intxaurrondo".
El que no piensa hacer uso del tramo es Guillermo Saleta, "porque hace tiempo que aparqué la bicicleta". Aún y todo, admite que proyectos como estos merecen ser reconocidos: "Son iniciativas muy buenas, pero son pocas".
"Yo la estrené ayer, me fui hasta Pasaia y me parece fenomenal", relata Patrick Laurence, un francés que acostumbra a visitar el pueblo natal de su mujer. Recuerda asqueado el ruido y la velocidad de los coches de la vieja N-1, pero se siente satisfecho con la mejora: "Recientemente nos contaron que esta zona estaba un poco olvidada de la mano de Dios. Pues parece que Dios ha comenzado a acordarse un poco de nosotros".