Santo Tomás supone un reclamo tanto para compradores de productos agrícolas como para cuadrillas que festejan el día bebiendo txakoli y comiendo talo con chorizo en los distintos puestos repartidos por las localidades que festejan esta jornada.

En Donostia se han instalado un total de 55 puestos con txistorra, talo, queso y medio centenar más de todo tipo de productos, junto a otros tantos de artesanía.

La protagonista de la feria donostiarra es la cerda 'Filemona', de 345 kilos de peso, que se exhibe en la plaza de la Constitución, en pleno corazón de la Parte Vieja donostiarra, y que aguanta estoicamente, como hicieron sus predecesoras de ediciones anteriores, las miradas de miles de visitantes durante todo el día.

La fiesta de Santo Tomás rememora cómo los baserritarras bajaban a la ciudad a pagar las rentas anuales a los propietarios de los caseríos y aprovechaban el viaje para vender su género, un intercambio que en los tiempos modernos se ha convertido en una multitudinaria y popular fiesta.

La jornada festiva se complementa con diversas actividades culturales, entre ellas, la actuación de bertsolaris y danzas vascas en Donostia.