CLASE de Historia del Arte de 2º de Bachillerato. La profesora comenta a sus alumnas y alumnos: "A raíz del anuncio del posible cierre de su museo, Eduardo Chillida está de moda. Quizás no sepáis que en nuestra ciudad se pueden contemplar libremente cinco de sus obras. Cuatro están mirando al mar y la quinta en la fachada de un edificio neogótico ¿Quién es capaz de nombrarlas e indicar su ubicación sin buscar en Google?".

Una chica -ellas siempre están por delante de ellos- levantó la mano: "La primera, El Peine del Viento, junto al Tenis. La conoce todo el mundo. La segunda, Homenaje a Fleming. Se encuentra en el balcón situado junto al Pico del Loro. Por cierto: esa escultura no es la original que se colocó en Ategorrieta. Al cambiarla de sitio hubo que negociar con la familia quien recuperó la primitiva a cambio de entregar al Ayuntamiento una copia algo más grande. La tercera se llama Estela a Rafa Balerdi. Está en la parte baja del Palacio de Miramar. Si entras al parque por la puerta que da al Paseo de la Concha y desciendes hacia el mar, te das de bruces con ella. Tiene un metro de altura, o así. La cuarta creo que es la cruz de la puerta principal del Buen Pastor Sí. Se llama Camino hacia la Paz. Es de alabastro".

"De la quinta no tengo ni idea". "No te preocupes. Eso también les pasa a las personas que atienden al público en la Casa de la Historia de la Ciudad de Urgull. Y eso que trabajan al lado de la escultura. La denominó Torso. Es de bronce, del 48 y está en una explanadita junto a las murallas más altas del Castillo de la Mota que dan al Paseo Nuevo. No la conoce casi nadie". Un alumno curioso preguntó: "¿Y qué va a pasar con Chillida-Leku?" La profesora, con una sonrisa indescifrable, contestó: "Mientras la familia actúe con la generosidad que siempre demostró el escultor en vida y nuestros políticos con el convencimiento de que su museo es uno de los activos culturales más importantes de Gipuzkoa, todo se arreglará. Al tiempo".