Donostia. El quinto puente estará abierto en diciembre y, para entonces, el director de Movilidad, Gerardo Lertxundi, espera que esté concluida la reforma de la plaza del Centenario, que afectará también a Sancho el Sabio y Easo. Costará un millón de euros, un tercio de lo que podía haber supuesto cambiar de sentido Easo y Urbieta.

El alcalde, Odón Elorza, reconoció esta semana que esta solución no es tan perfecta.

Desde el punto de vista del tráfico la primera solución era más natural y mejor: parece claro que cambiar la dirección de las calles Easo y Urbieta produce unos movimientos más naturales para el tráfico. Pero después se hizo un análisis más completo con las grandes repercusiones que tiene ejecutar esa obra, y ahí se ha visto que son mucho menores si no se ejecuta. Por eso se ha buscado una solución intermedia con una repercusión mucho menor.

¿Esperan que pueda ser definitiva o la plantean de forma transitoria?

Creemos que el comportamiento del tráfico va a ser bueno con la solución propuesta, teniendo en cuenta los objetivos que se perseguían que, en una parte importante, sí se consiguen con esta solución intermedia alternativa.

¿Qué se consigue?

Fundamentalmente se consiguen dos objetivos: respecto al tráfico de salida de la ciudad, dar mayor peso al otro lado del río, a Federico García Lorca, en lugar de al circuito por Sancho el Sabio y Pío XII. Ese objetivo sí se puede conseguir con el giro a la izquierda que planteamos desde el final de Urbieta hacia el puente de Mundaiz en la plaza del Centenario. El otro objetivo que también se puede conseguir es reducir la circulación en el paseo de Bizkaia con la apertura al tráfico de Sancho el Sabio y su continuación por Easo.

No resuelve la creación de un acceso directo por Urbieta a los principales parkings del Centro.

Esta solución tampoco es mala (se permite el acceso directo al parking de Easo y Cervantes y, girando en la Avenida para tomar Urbieta se accedería a los de San Martín y el Buen Pastor). La mayor complicación de esta solución con respecto a la anterior es que el cruce de la plaza del Centenario es un poco más complejo y exige un funcionamiento más complicado, con más cruces. Se han diseñado unos movimientos similares a los de una rotonda, sin ser una rotonda. Según el planteamiento inicial las entradas y salidas habrían sido más naturales.

Los coches que entren a la ciudad en busca de aparcamiento irían, de este modo, por Easo. ¿Esta calle, con sólo un carril en varios tramos al margen del carril bus, será capaz de absorberlo?

El que sólo haya un carril permite limitar el tráfico, es una forma de autolimitación, no queremos que el centro de la ciudad esté lleno de coches. Creando un carril se ordena el tráfico, pero también se limita. Es algo voluntario, no se pretende hacer una autopista por el centro de la ciudad, sino habilitar un carril para dar la opción para ese movimiento que vendrá bien a los vecinos y a los accesos a los aparcamientos.

Quieren fomentar el uso por parte del transporte público de la Avenida en sentido a Gros, al margen de la primera manzana entre Easo y Urbieta. ¿Se prohibirá la circulación de vehículos particulares?

No. Hay movimientos de tráfico que se van a tener que seguir dando, pero lo que no queremos es generar más. Por ejemplo, si se circula por Easo y se quiere ir a Gros o al Boulevard, no queremos que se tome la Avenida, sino que se siga el recorrido por San Martín. Durante las obras se ha reducido el tráfico de la Avenida porque se cortaban algunos recorridos, se trata de no promover más y de limitar algunos movimientos al transporte público y a los servicios.

Además de al Centro, estos cambios afectarán a Amara. ¿Abrir Sancho el Sabio en dirección al Centro implicará más tráfico?

El conjunto de movimientos en Sancho el Sabio será menor. En estos momentos es el vial de salida principal desde la calle Urbieta hacia todos los sitios, pero con los cambios se pretende diversificar el tráfico de salida justo en la plaza del Centenario, permitiendo el giro a la izquierda para cruzar al otro lado del río y a la derecha hacia Errondo hasta la glorieta de la fábrica de gas. Por eso irá disminuyendo progresivamente la circulación de Sancho el Sabio.

Pero aumentará la de entrada a la ciudad al permitir continuar desde Sancho el Sabio hacia Easo.

Sí se incrementará algo, pero se limitará a un carril de circulación. No se pretende que sea un vial de entrada masivo, sino que exista la posibilidad de poder entrar a la red de aparcamientos del Centro por ahí. Reducir el tráfico de Amara es uno de los objetivos de la reordenación. El de la avenida de Madrid también disminuirá enormemente, porque los vehículos que ahora salen por ahí para ir a Astigarraga, a Martutene o a la Autovía del Urumea se sacarán del centro de Amara mucho antes, en la plaza del Centenario.

¿Con la reducción de vehículos que utilizan el acceso por Amara a la ciudad llegará finalmente la boulevarización de Carlos I?

También está en esta línea. Cuando esté completamente terminada la Autovía del Urumea y se pueda llegar desde Andoain hasta Donostia, las entradas y salidas por Carlos I disminuirán enormemente. No tengo plazos, pero la boulevarización podría coincidir más o menos en el tiempo con el final de la Autovía del Urumea, para tener una alternativa.

Un mes después de su apertura la tráfico, se está notando mayor densidad de tráfico en el paseo de Bizkaia?

Algo sí. Hay que tener en cuenta que los estudios ya indicaban que septiembre es una época con menos tráfico. Se espera que a partir de octubre se empezará a notar más, pero va a ser progresivo. Las infraestructuras se van desarrollando progresivamente y para los conductores también es progresivo conocer el nuevo recorrido, cambiar de costumbres... Todo eso necesita tiempo. Por eso todos estos cambios se está pensando con un objetivo de varios años.