Errenteria. Los sanjuandarras y amantes del atletismo Antxon Basurko y Miguel Alcaraz presentaron hace unos meses la muestra Koxtape 1959-1961 en la casa Victor Hugo de Donibane. El directivo del Club Atlético Rentería (CAR) Txema Arenzana acudió a la exposición y se quedó gratamente sorprendido, por lo que decidió traer las imágenes a Errenteria. En la casa Xenpelar, Alcaraz y Basurko recuerdan pasajes de esa época.
¿Cómo surgió la idea de recordar la historia de este equipamiento?
Pensamos que teníamos que hacer un homenaje a Jesús Elosegi y a su mujer, por todo lo que hicieron a través del tema deportivo. Él fue el inventor de la pista y el nombre lo puso su mujer, Koxtapean, debajo de la costa. Entonces, aprovechando que el 15 de mayo de 2009 se celebraba el 50º aniversario de la inauguración de lo que fue la pista de Koxtape, empezamos a buscar todo ese patrimonio cultural. Supimos que lo habían donado al convento benedictino de Lazkao y descubrimos que la Sociedad de Ciencias Aranzadi había pedido los 18.000 negativos al convento para digitalizarlos. Nos presentamos en Aranzadi para ver qué encontrábamos.
Y allí estaba este tesoro.
La gran sorpresa es que en el archivo del ordenador metió la palabra Koxtape y apareció todo esto y más, mientras que en el pueblo no teníamos fotografías de Koxtape. No las hemos mostrado aún, pero también encontramos fotos en las que se ve a todo el pueblo trabajando con carretillas para construir la pista.
¿Cómo logró Elosegi movilizar a un pueblo para levantar una pista de atletismo?
Jesús Elosegi era un amante del deporte amateur y del auzolan y empezó a convencer a todo el pueblo para hacer una pista en las marismas de Erroteta. Entonces en Donibane no teníamos absolutamente nada, ni un frontón. Fue una época muy bonita. Sin medios, sin nada, pero muy bonita.
¿Qué recuerdos guardan de las competiciones que se hicieron allí?
Uno de los días más importantes fue la inauguración de la pista en el que se dieron cita dos equipos potentes como eran el Tolosa y el Ibaiondo. Ibaiondo era una agrupación de los clubes de atletismo de la zona de Oarsoaldea. Era una llamada a la unidad. Participaron Lartaun de Oiartzun, Club Atlético Rentería (CAR), Club Deportivo Pasajes de Antxo y el Donibane-San Juan. Había una gran hermandad entre todos que dura hasta hoy.
Se trataba de una instalación un tanto peculiar.
Era una pista rarísima que sólo se podía utilizar con marea baja. Con la marea alta quedaba debajo del agua. La base de la pista era pirita, escoria de hierro, que lográbamos de Luzuriaga y de otras fundiciones. Es un material muy pesado y que no solía arrastrar la marea, además la pista estaba en una zona con poca resaca. Pero cuando se necesitaba reparar para las competiciones, ahí estaba todo el pueblo dispuesto a hacer auzolan.
¿Había gran afición por el atletismo en aquella época?
Entonces había mucha afición en la práctica, pero había unos medios muy precarios. Y ahora que tenemos todos los medios y las facilidades, nos falta lo otro.
Pero la pista sólo duró dos años, ¿qué ocurrió?
Comenzaron a construir la térmica en esos terrenos. Desapareció la pista y cada uno volvió a su pueblo. Pero en San Juan decidimos formar un club, el Koxtape. Y el equipo de remo fue una continuidad o un anexo del equipo de atletismo. Ahora el equipo de atletismo no existe, pero sigue el remo con el mismo nombre.
¿Acudieron a la bahía de Pasaia conocidos atletas?
Aparte de la inauguración, se organizó un encuentro en el que vinieron todas las figuras del atletismo de Gipuzkoa del momento. Vinieron Miguel de la Cuadra Salcedo y los mejores fondistas.
¿Algún momento duro?
En septiembre del 60 vino una gran riada desde Jaizkibel y se llevó toda la pista. Todo el trabajo de un pueblo se fue río abajo, pero a los tres o cuatro meses ya estaba de nuevo la pista construida.