La cumbre satisface al alcalde pero no a los hosteleros, que la califican de "flojita"

Donostia. Después de que el martes culminase en Donostia la cumbre informal de ministros de Competitividad de la UE, en la jornada de ayer tocó hacer balance de este evento que no consiguió satisfacer a todos por igual. No en vano, pese a admitir las "ventajas que supone proyectar la imagen de la ciudad en la prensa de todo el Estado", desde la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa confiesan que "la cumbre ha sido flojita porque las expectativas han estado confundidas".

El presidente de la entidad, Mikel Ubarretxena, argumenta que a pesar de las 500 ó 800 personas que se esperaban" en la cumbre, el lunes y el martes se contabilizaron "la mitad de clientes que un día de labor normal". Y eso que "muchos" de los trabajadores del sector habían cambiado sus días de descanso para abrir durante esos días, tal y como se les había recomendado desde la asociación.

El resultado, sin embargo, no ha sido el esperado ya que, como señala Ubarretxena, "las calles de Gros y el Centro estaban desérticas". "Los bares emblemáticos dicen que no vieron a nadie y lo mismo los locales de noche. En uno de ellos, a las 13.30 horas del lunes, sólo se contabilizaron cuatro personas", concreta el presidente, que cree que esta situación se debe a que "las cenas de los visitantes estaban programadas y las personas acreditadas no se movieron tanto como en otros eventos como los festivales de Cine o de publicidad".

"Positivo" para Elorza Totalmente diferente fue la lectura del alcalde de Donostia, Odón Elorza, quien hizo un balance "muy positivo". Es más, aseguró que "a pesar de que una ínfima minoría dirá que no, ojalá tuviésemos un evento o cumbre de este nivel o parecido todos los años".

En cuanto al desembolsos económico que ha supuesto la cumbre de ministros a Donostia, Elorza afirmó que "los costes para la ciudad han sido las vallas, algo de comunicación a los vecinos y la colocación de algunas banderas europeas desde el Sagrado Corazón hasta los edificios municipales". Lo que no especificó Elorza fue el dinero que se gastó el Consistorio en financiar la publicidad relacionada con el evento que, a diferencia de otros medios, no llegó a este diario.