"Qué belleza, qué paisaje, contemplamos todos por doquier al gran pueblo donostiarra saludamos llenos de placer...". La lluvia no ahogó los cantos de los zíngaros ni el repicar de sus sartenes y martillos ayer en las calles de Donostia, donde once de las 19 comparsas de Caldereros desfilaron por toda la ciudad acompañadas de la música de Raimundo Sarriegui.
Como todos los años, dos de los desfiles más populares fueron el de la Comparsa Tradicional y el de la Primitiva Comparsa de Caldereros, ambos en la Parte Vieja. Dirigidos por Ibon Otaegi, los primeros partieron desde Fermín Calbetón y recorrieron las calles más concurridas del barrio hasta 1.30 horas de la madrugada. Como manda la tradición, hacia las 22.15 horas, esta agrupación que aúna a 346 zíngaros, colocó su campamento en la plaza de la Constitución, donde el público aguardaba para saludar a la reina y sus damas, cargos que este año han recaído en caras tan conocidas como el restaurador Martin Berasategui; el Tambor Mayor de Gaztelubide, José Ramón Mendizabal Mendi; e Iñaki Fernández, Medalla al Mérito Ciudadano 2010.
Aproximadamente, a la misma hora, los 150 integrantes de la Primitiva Comparsa de Caldereros se agruparon en la plaza Sarriegi de la Parte Vieja, donde entonaron las piezas del autor donostiarra a golpe de sartén y martillo. Entre este grupo de caldereros destacaban la reina, Manuel Arbiza; el presidente de la comparsa, Kotian Lucas; y el director, Tomás Hernández.
AMara, gros y Centro
Espectáculos por doquier
Una de las compañías más tempraneras fue la de Amarakalde, que partió a las 18.00 horas desde la plaza Ferrerías para dar inicio a un recorrido de dos horas por el barrio. Minutos antes de partir, se hizo entrega de un ramo de flores a la reina, el historiador Javier Sada, y su corte, que agradecieron el gesto a sus compañeros.
El de ayer fue el décimo desfile de esta agrupación de 120 adultos y 40 niños, que estrenó una nueva bandera para la ocasión.
El campamento lo instalaron a las 20.00 horas en la plaza Ferrerías, bajo la lluvia, donde homenajearon a compañeros fallecidos y recobraron fuerzas con pintxos de chorizo y caldo caliente. Además, el bar Maite ofreció a los zíngaros chocolate, pastas y refrescos, antes de encaminarse a la escuela Amara Berri, donde se celebró una cena popular con más de 80 comensales.
A la misma hora que la de Amara, salió la Comparsa de Caldereros de la Hungría de Gros, que recorrió las calles por vigésimo sexto año consecutivo. El conjunto, compuesto por unas 300 personas, estuvo dirigido por Juanma Ulloa, quien sustituyó el año pasado a Juan Antonio Antero, Medalla al Mérito Ciudadano de 2009.
Como manda la tradición, los zíngaros de Gros recorrieron los puntos más conocidos del barrios como la plaza Joxe Migel Barandiaran, Zurriola, Segundo Izpizua, San Francisco, Aita Larroka, Karkizano, Gran Vía, Zabaleta, José Arana, Bermingham y el Txofre, donde instalaron su campamento hacia las 19.30 horas.
Justo entonces salieron desde su sede de la calle Arrasate los miembros de la organización Gehitu para gays, lesbianas y transexuales de Euskadi, quienes coronaron por un día a Eduardo Gaviña, un transformista de Bilbao conocido con el nombre artístico de Yogurinha Borova. Junto a ella estuvieron sus damas donostiarras la Giorgina y la Lolo. Los caldereros de Gehitu recorrieron las principales arterias del Centro, para terminar su recorrido hacia las 23.30 horas.
Además de estas cinco comparsas, los donostiarras pudieron disfrutar de los espectáculos de otras seis agrupaciones de Altza, Intxaurrondo, Amara, Egia, Herrera y la infantil de la Parte Vieja.