oñati. Se avecinan nuevos tiempos para el matadero comarcal de Zubillaga. Después de que su permanencia pendiera de un hilo hace unos años -la palabra cierre sonó a los cuatro vientos en 2004-, el servicio ubicado en Oñati sigue en marcha gracias al empeño sobradamente demostrado por el sector (carniceros, ganaderos, baserritarras?), y el cambio de tuerca en el planteamiento de la Mancomunidad de Debagoiena.

Las instalaciones de sacrificio de reses han aguantado el chaparrón. Sobre la mesa ya están las propuestas que ha elaborado el ente mancomunado tras el proyecto que puso en marcha el pasado año: el centro de faenado continuará siendo público al 100%, pero en lugar de estar gestionado por la Mancomunidad, como hasta ahora, serán los propios ayuntamientos los que tomen las riendas por medio de la constitución de una sociedad.

"El matadero lo vemos como un servicio público y creemos que hay que dar algunos pasos", afirma Pedro Iturbe, alcalde de Antzuola y responsable político de la comisión del equipamiento oñatiarra en la entidad mancomunada. Iturbe no elude el déficit que acarrea el servicio: "Las cuentas de resultados son negativas -señala-, sin embargo, sus beneficios sociales son rentables". En esta línea destaca la necesidad de preservar una instalación cercana que apoye al sector y garantice la carne del país de calidad.

La alternativa presentada por la Mancomunidad -ahora necesitará buscar consenso-ofrecerá la oportunidad de integrarse en la citada sociedad a aquellos municipios a los que el centro de sacrificio debagoiendarra presta hoy en día sus servicios, como pueden ser Aramaio y las comarcas de Urola Garaia y Debabarrena (existe una tasa para su uso y transporte del género).

"La idea es ampliar la participación, pasando de los siete ayuntamientos que actualmente toman parte en el matadero a través de la Mancomunidad, a trece", indica Iturbe. Las puertas se quedan abiertas, de este modo, a la incorporación, en principio, de las localidades de Elgeta (aunque pertenezca a Debagoiena, el sector no ha mostrado especial interés por utilizar Zubillaga), Zumarraga, Urretxu, Legazpi, Soraluze y Aramaio. En sus manos queda ahora, por tanto, la decisión de si se suman o no al proyecto.

"Se plantea que cada consistorio haga una aportación de capital de unos 5.000 euros, y según los resultados al cierre del ejercicio, se desembolsaría una cantidad que supondrá el 70% de acuerdo a la población de cada municipio, y un 15% más por el número de cabezas de vacuno y bovino, respectivamente", precisa el presidente de la comisión mancomunada del centro de faenado oñatiarra. Esta fórmula de funcionamiento apoyada en una sociedad pública permitirá que el servicio se gestione de una "forma mucho más ágil".

sello comarcal Inspirados en gran parte en el modelo del matadero Erralde de Durango (se reabrió tras su cierre en 2004), los responsables del ente mancomunado apuestan por promover la implicación de la infraestructura de Zubillaga en el ciclo completo de la producción y venta de la carne. "Se trata de impulsar un canal de comercialización, con su respectiva campaña de marketing en restaurantes, comedores?, que favorezca al sector y el consumo de la carne de aquí. Crear un sello comarcal", expone Iturbe.

Y para que las instalaciones de Zubillaga sean rentables desde el punto de visto económico, el plan elaborado por la Mancomunidad se marca como objetivo "pasar de las 360 cabezas de vacuno que en estos momentos se sacrifican al mes -desde 2002 hay una tendencia a la baja- a 560". Los nuevos aires de Zubillaga conllevarán también a una reorganización de los efectivos del matadero: "Ahora se dispone de cuatro trabajadores en plantilla y once, entre ellos el transporte, subcontratados. Se proyecta contar con una plantilla de once personas", apunta Iturbe.

De la misma manera, si actualmente existe la opción de faenar dos días por semana -en algunas épocas incluso tres- se piensa en ampliar esta prestación de lunes a viernes. "Al día habrá menos sacrificios, pero aumentará su capacidad y se mejorará la canalización del transporte", considera Iturbe.

El nuevo modelo de funcionamiento ya está definido. El siguiente paso es aunar el apoyo suficiente entre todas las partes implicadas para que sea una realidad. La intención es poner en marcha el proceso en diciembre para que la sociedad eche a rodar en febrero del próximo año. Eso no quiere decir que no deban estudiarse otras vías.

Los cambios en los hábitos de consumo, la inclinación a la baja en el número de sacrificios, la irrupción en el mercado de carne llegada de otros lugares... han hecho un flaco favor a la estabilidad de los mataderos. Desde la plataforma comarcal Hiltegia Bizirik defienden que en la infraestructura de Oñati tenga entrada "sólo ganado de aquí".