Hace más de dos años que abrió su blog Las cosas de Maku. Hablaba de belleza, moda, cosmética, maquillaje y, de vez en cuando, colgaba alguna receta porque la cocina y comer le encanta. Poco a poco, ese blog se ha transformado y allí cabe de todo.
Principalmente, trata de mostrar la vida de una mujer de Vitoria-Gasteiz, apoyando al comercio local, a la ciudad... Ahora mismo, su actividad se centra en Instagram (@makurrina), donde cuenta con más de once mil seguidores, siendo la mayoría gasteiztarrak o de alrededores. ¿Qué encontramos en su perfil? ¡De todo! Lugares en los que se come de lujo, ideas de recetas, reseñas de sus últimas lecturas, moda, belleza... Activa, habladora, abierta y sociable, Maku Belmonte se muestra feliz y satisfecha por el apoyo que recibe siempre al otro lado de la pantalla con su gran familia virtual.
Durante la preparación de su boda
“A finales de 2009 comencé a organizar mi boda y, como iba a ser muy sencilla, decidí que yo misma me haría el maquillaje, por lo que comencé a consumir vídeos en Youtube para que me ayudaran. Gracias a ellos, acabé formando parte de una comunidad de chicas que hablábamos por Facebook a diario. Al principio solo compartíamos opiniones, trucos y compras de maquillaje pero, poco a poco, también aparecieron otros temas como la moda y empezaron a pedir que enseñara mis looks, mis últimas adquisiciones... Y me animaron a abrir un blog. Un día, una marca de ropa me propuso colaborar y desde entonces no he dejado las redes, aunque ahora me centro en Instagram”, rememora. Y así fue construyendo su familia virtual.
“Nunca ha sido mi propósito llegar tan lejos. Comparto lo que me gusta, informo de eventos o actividades interesantes que se organizan en Vitoria-Gasteiz. Soy una mujer de 48 años que tiene muchas inquietudes y que quiere aportar su granito de arena ayudando al comercio local, organizaciones, apoyar la cultura... Por eso, en mi perfil muestro un poco de todo, como en la vida. Una reseña del último libro que he leído, el restaurante que me ha gustado tanto, cómo preparar un café diferente, el evento que no te puedes perder, ese tratamiento de belleza que me parece una bomba...”, detalla.
Lo que más valora es el reconocimiento de este trabajo al otro lado
Lo que más valora es el reconocimiento de este trabajo al otro lado. “Que reconozcan tu trabajo y lo valoren es maravilloso. También se me dibuja una sonrisa y a la vez me sorprendo cuando me dicen frases como: ‘Es que eres igual que en las redes’, porque no hago ningún papel. Soy como ves. Claro que tengo días malos, pero trato de ser siempre positiva y transmitirlo. Lo que peor llevo de las redes es precisamente el mal rollo, la falta de educación, de empatía que algunos muestran escondiéndose en el anonimato”. “He hecho de las redes sociales mi profesión, ayudando a comercios, hostelería y asociaciones a llevar las suyas creando su propio contenido. Esto lo hago desde el anonimato. Nadie sabe que estoy detrás de esa tienda de ropa, de ese restaurante, que he creado ese folleto... Por otro lado está la cuenta de @makurrina, que es un hobby. No paga mi hipoteca..., pero sí que gracias a ella vivo experiencias que de otro modo sería imposible”.