Si echamos un vistazo a las redes sociales de Julia Lasa, @lasaia.studio y @julia.lasa, descubriremos todo lo que esta joven nacida un 13 de diciembre de 1996 en Hondarribia es capaz de hacer con un pincel, bolígrafos, rotuladores o un ordenador. Porque la magia surge en forma de una creatividad desbordante. Dedicada profesionalmente a la ilustración, el arte plástico y la dirección creativa, para responder al origen de su pasión es probable que tengamos que atender a su personalidad. 

Me considero una persona sensible, reflexiva y desde txiki me ha llamado la atención pintar, la fotografía, el baile o la música”, nos cuenta. Hoy en día ve al fin y al cabo con claridad que son otras maneras de expresarse, pero de esto “no fui consciente hasta entrar en la Facultad de Bellas Artes y descubrir la pintura y el dibujo desde un punto de vista totalmente nuevo para mí, desde la libertad de crear, comunicar, traducir mensajes a través del pincel.

Vi claramente que quería decir cosas o plasmaba sobre el papel sentimientos que tenía guardados. Entender aquello me abrió la mirada y solté una gran carga al saber responder la pregunta de ¿qué quieres ser de mayor?, que nos la hacen prácticamente desde que nacemos”.

Y aunque sigue aprendiendo cada día de forma autodidacta, pues ser emprendedora también requiere entender sobre creatividad pero especialmente de gestión de negocios, sus inicios en este mundo le llevaron a estudiar durante cuatro años Creación y Diseño. “Ahí supe que quería especializarme en Diseño Gráfico e Ilustración”, confiesa. 

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Y ahora, todo esto lo vemos en los diferentes murales, escaparates y obras, pero como ya adelantábamos, también en sus cuentas de redes sociales. Esas que, confirma, le han ayudado tanto para dar a conocer su trabajo como para ver de qué manera puede una ilustradora o diseñadora gráfica desarrollar su propio proyecto.

Las redes sociales facilitan crear comunidad, conectas con gente con la que seguramente no hubieras coincidido de otra manera, y al mostrar nuestros trabajos alimentamos una red creativa imprescindible para el crecimiento cultural”. 

Julia y una de sus creaciones @lasaia.studio

Y, aunque también organiza exposiciones que le ayudan a darse a conocer y vende productos en puntos de venta, reconoce que “nada como las redes de contactos de las redes sociales, que facilitan esta parte del trabajo que me parece que sería más complicada si no existieran”.

Tanto es así que ya roza los 4.000 seguidores en Instagram. Y, a quienes se adentran ahora en este mundo del diseño gráfico o la ilustración, les recomienda que se escuchen y que “no le tengan miedo al silencio o bloqueo creativo. Lo más importante es ser fiel a una misma para hacer cosas que de verdad quieres y te importan a ti. Las opiniones externas, sean buenas o malas, no hay que cogerlas al pie de la letra”.

Ejemplo de una de sus creaciones @lasaia.studio

Planes para el futuro

¿Y qué hay del futuro? ¿Cómo lo encara Julia Lasa? Tal y como nos cuenta, ella se lo toma con calma. “Nada es lo que parece y prefiero tener paciencia y escucharme en el ahora. Con ganas de seguir evolucionando como ilustradora y artista plástica y, por otro lado, continuar como directora creativa en Lasaia Studio, espacio que lancé hace un año para diferenciar mis servicios de diseño gráfico de los de obra de autor. Aquí es donde doy forma a proyectos o marcas con alma auténtica y que necesiten de organización gráfica y visual en todos los soportes corporativos”, cuenta finalmente.

Un buen arsenal de anécdotas que recordar

Dar rienda suelta a la imaginación y convertir lo que sobrevuela nuestra mente en auténticas obras de arte es una experiencia única, una aventura trepidante y, como tal, llega cargada de anécdotas que se almacenan en la memoria con gran cariño. Tanto es así que Julia Lasa comparte alguna con nosotros.

“Me encanta que mi entorno me visualice siempre pintando, la mayoría de la gente cuando les digo que estoy trabajando se imaginan que estoy con el pincel en la mano y, bueno, eso sucede el 10% del tiempo, sobre todo trabajo enfrente de una pantalla. Eso sí, con papel y lápiz para hacer bocetos o llevar la agenda”, sonríe.

Julia Lasa posa junto a una de sus creaciones @lasaia.studio

Pero, ¿cómo han cambiado las cosas desde que empezó a adentrarse en este mundo? ¿Hay algo que le huiera venido bien saber al dar sus primeros pasos? “Me hubiera venido bien pensar en mis principios que las cosas pasan por algo, que no hay que sufrir mucho por las cosas que no salen, ya que son una oportunidad para que otras sucedan.

Me parece bonito ver y recorrer un camino que nunca es en línea recta, como pasa en mis ilustraciones, que son un reflejo de recorridos discontinuos e imperfectos”, señala. Y como no es en línea recta, podemos disfrutar también de las vistas que nos ofrece esa senda, y tener en cuenta los materiales que nos vendrán bien si queremos sumarnos a esta aventura.

Porque tal y como nos cuenta Julia Lasa, hoy en día en Internet podemos encontrar muchas de las cosas que buscamos. “Aunque yo, sigo acudiendo a las tiendas físicas para ver, tocar la calidad de lo que estoy comprando. Es una acción que me parece importante recordar para que el comercio local no se esfume”, señala en ese sentido esta artista. 

“Me arriesgo con casi todo”

En esta aventura de lo más creativa son muchas las creaciones a las que ha dado forma Julia Lasa y todas ellas son un claro motivo para estar más que orgullosa del trabajo bien hecho

A veces nos cuesta decir que no a determinados proyectos, ofertas... y eso puede hacer que al final nos aventuremos a dar forma a creaciones absolutamente mágicas. Julia Lasa (@julia.lasa y @lasaia.studio en redes sociales) reconoce que eso también le pasa a ella. “La verdad es que lo que más me cuesta decir es que no y, por lo general, me arriesgo con casi todo lo que me proponen”, explica en ese sentido. 


Y a raíz de eso son muchas las cosas que ha hecho. Nos cuenta algunas de las que se siente especialmente orgullosa. “Tengo muy buen recuerdo del escaparate de Soule que pinté el verano pasado en Donostia, me encantó, ha sido uno de los murales más grandes que he realizado”, rememora. Además nos habla de Baloreak, el proyecto editorial de Nerea Kortabitarte. “Lo dirigí de principio a fin y fue todo un reto, sobre todo por su tema, tan olvidado como imprescindible para visibilizar el problema de migrantes, en este caso, en la frontera del río Bidasoa”.

También fue una de las doce ilustradoras que componen el libro poético y todas “estábamos de acuerdo en lo desinformados que estamos de las realidades de estas personas y lo difícil que fue ponernos en su piel para ilustrarlo”. Asimismo, por su “gran complicación y gran iniciativa por parte de Irisbond”, nos habla de una animación ilustrada de un minuto que realizó para dar a conocer su tecnología eye-tracking para ayudar a comunicarse a personas que tienen “cualquier dificultad con el habla y movilidad limitada. Estoy muy contenta de que, tras dos años desde aquello, sigue gustándome”. También hizo el símbolo del 8M para Hondarribiko Udala, una mariposa bicolor con formas redondeadas como la de un 8 infinito llamada Izpi.


La imaginación no conoce limites @lasaia.studio