Existen dos ciudades que se llaman Birmingham, una en Inglaterra y otra en Alabama, Estados Unidos. Marti Buckley nació en la segunda hace casi 40 años. Esta mujer que ejerce de periodista, gastrónoma, cocinera y mil cosas más, se marchó a Pamplona de Erasmus en 2005 y asegura que la experiencia le cambió su vida. En su primer contacto con Europa, recuerda con nitidez el día que visitó Donostia. Fue un flechazo. “Fui con unas amigas en autobús desde Pamplona, caminamos por el río y llegamos a la Parte Vieja. Me enamoré a primera vista”, dice. Pisó la calle Fermín Calbetón, uno de los puntos neurálgicos de la ruta de pintxos de la Parte Vieja, y entró a un bar “que no era famoso ni nada. Pedí una bola de carne y estaba increíble”. Aquel primer bocado fue premonitorio. Ahí estaba su sitio, cerca de las barras atestadas de pintxos. A un paso del mar Cantábrico. En la meca de la cocina en miniatura que ella misma ha contribuido a impulsar en el mundo gracias, sobre todo, a la edición del libro Basque Country: A Culinary Journey Through a Food Lover’s Paradise que, en 2021, fue traducido al castellano con el título de La Cocina Vasca (Planeta Gastro).
El volumen, que aglutina 94 recetas, no salió de la noche a la mañana. Cuando Buckley se instaló en Donostia en 2010, había leído “todo lo que había que leer sobre el País Vasco y su comida” pero no se atrevió a dar el salto editorial de manera inmediata. Se dio un tiempo. Tenía que “frenar un poco, vivir y experimentar”. Decidió alimentar de contenido su blog, travelcookeat.com, que había creado en 2007 para subir sus propias recetas, con las vivencias de una joven estadounidense que se había quedado a vivir en un país del que se había enganchado. Se puso las pilas. Fue encadenando trabajos y proyectos personales, además de cumplir con sus labores en marketing y como periodista freelance para reconocidos medios internacionales, desde National Geographic Traveller a The Telegraph. En verano de 2013 se paseó con su bicicleta por el paseo de La Concha vendiendo galletas heladas. Después pasó un tiempo como repostera en la panadería The Loaf de Gros, del barrio en el que vive actualmente.
Fan del vermú
A Marti le chifla el vermú. Desde hace diez años organiza de manera intermitente, junto a su amiga Maite Roso, encuentros sociales alrededor de este aperitivo juguetón en distintos puntos de la geografía vasca de la mano de su asociación, International Vermut Society. Con Roso también creó una marca de helados artesanos llamada Pololo y que ellas mismas vendían en un carrito en las inmediaciones de la playa. “Siempre pienso que no sé separar el placer del trabajo, lo que no sé si es algo bueno o malo”, reflexiona. Y después de un proceso de investigación “muy riguroso y tras muchos años de trabajo”, al fin se atrevió a publicar un libro que le permite al lector bucear en la actual cocina vasca. Buckley ya no es (solo) una guiri risueña y simpática que de vez en cuando sale en televisión hablando maravillas de nuestra comida. La toman en serio. Su nombre apareció en el listado de las 133 candidaturas para el Tambor de Oro del año pasado. Y, notición, anuncia la publicación de un nuevo libro: The Book of Pintxos, que saldrá a la venta el 9 de abril, y tendrá un “enfoque antropológico y gastronómico” con un estilo “desenfadado, divertido y alegre”.
Perfil Digital
Primero fue un blog (travelcookeat.com) en el que de vez en cuando continúa publicando información relacionada con su trabajo como periodista gastronómica. La última entrada se remonta al 28 de noviembre, donde escribe sobre la cafetería Somos Bakery del Antiguo, en San Sebastián. Últimamente se anima a subir algunos vídeos a la red social TikTok, tiene su propio canal de Youtube y un perfil (@martibk) en X, antes llamada Twitter.
Pero es en Instagram (@martibuckley, 12.800 seguidores) donde suele concentrarse una mayor actividad. Buckley no sigue un calendario, ni hay un patrón definido en sus publicaciones, a excepción de la sacrosanta comida. “No me gusta sentirme atada ni hacer las cosas por hacer. Solo publico algo cuando veo que me gusta y tiene sentido”, señala. Así que en su Instagram se mezclan con naturalidad fotos con su hija mayor Buckley, de 16 años, recomendaciones como el restaurante de cocina vasco latina Topa Sukalderia y algunas idílicas imágenes de Donostia. Retazos de su vida.