Han pasado seis años desde que Brad Pitt y Angelina Jolie anunciaran su divorcio, sin embargo, aunque ambos han emprendido caminos diferentes siguen manteniendo una ardua batalla en los tribunales, tanto por la custodia de sus hijos, el intérprete de ‘Bullet Train’ solicita que sea compartida, algo que Angelina no está dispuesta a concederle, como por los bienes que tienen en común, entre los que destaca el Château Miraval

UNA GUERRA QUE NO CESA EN LOS TRIBUNALES

Château Miraval, el castillo francés en el que Brad y Angelina se casaron en 2014, sigue siendo el foco principal de sus denuncias cruzadas

A principios de este verano, era el actor quien decidía emprender acciones legales contra Jolie por querer “infligirle daño gratuito” al vender su parte del Château a un extraño "con asociaciones e intenciones venenosas", puesto que, según Pitt, la protagonista de ‘Maléfica’ se había deshecho de su participación en la bodega francesa, un negocio que él había emprendido, sin ponerle al corriente de sus intenciones. 

Ahora, tal y como publica ‘Six Page’ ha sido la empresa de la intérprete, Nouvel, la que ha presentado una demanda que asciende a 252 millones de euros contra el actor, alegando que su exmarido y sus compinches idearon una astuta campaña para “tomar el control” del citado negocio vinícola que comparten "en represalia por los procedimientos de divorcio y custodia", y para "garantizar… que Jolie nunca vería ni un centavo" de las ganancias de la bodega. 

En la demanda presentada por Angelina también se detalla que el protagonista de ‘Érase una vez en Hollywood’ intentó utilizar la participación financiera de la actriz para hacerla firmar “una cláusula de silencio”, por la que no podría hablar de las razones por las que decidió pedir el divorcio, y solicita una compensación por los supuestos millones que Brad habría gastado sin ninguna justificación comercial y que pertenecían al negocio, como una piscina de recreo, que le costó un millón de euros, la construcción de una única escalera en el castillo, que se reconstruyó hasta en cuatro ocasiones y la reconstrucción de muros de piedra con albañiles traídos desde Croacia, unas obras que según se puede leer en la demanda se llevaron a cabo a pesar de la objeción de la intérprete. 

Los documentos judiciales fueron presentados este martes en Los Ángeles y afirman que tras la compra de Château Miraval por parte de la pareja en 2008 por 25 millones de euros, ambos destinaron parte de su fortuna personal en mejorar la propiedad, y llegaron a un acuerdo por el que Angelina se encargaría de los proyectos humanitarios, incluida la Fundación Jolie-Pitt, mientras que la supervisión de la bodega francesa quedaría en manos de Pitt. 

Sea como sea, parece que el cruce de demandas y acusaciones entre ambos por la citada propiedad hace que tanto este conflicto como el divorcio sigan muy lejos de resolverse