El restaurante guipuzcoano que conquista a 'National Geographic': esconde un frontón en su interior
Este frontón fue rediseñado en 1935 y se le incorporó una zona de restauración
Gipuzkoa destaca por su gastronomía. A lo largo del territorio hay decenas de restaurantes donde disfrutar de los platos más tradicionales de la cocina vasca.
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En pleno centro de Tolosa, entre calles empedradas y bares repletos de pintxos, se encuentra un restaurante especial por el entorno en el que se integra. El local ocupa un edificio construido en 1935, y su encanto va más allá de la arquitectura, ya que en su interior se esconde un frontón: el Beotibar,
Originario de 1860, este frontón fue rediseñado por el arquitecto Gregorio Azpiazu en 1935, quien, bajo su particular visión del racionalismo vasco, incorporó una zona de restauración. El resultado fue un espacio único, donde tradición y modernidad se dan la mano, ideal tanto para disfrutar de un partido de pelota como para degustar una buena comida.
Gastronomía vasca
La gastronomía vasca es mundialmente reconocida por su mezcla única de tradición, innovación y respeto por los ingredientes de calidad.
Basada en productos frescos, la cocina vasca combina sabores auténticos con técnicas culinarias que han sido transmitidas de generación en generación.
Platos emblemáticos como el bacalao al pil-pil, el marmitako o las kokotxas en salsa verde son ejemplos del amor por la cocina tradicional, mientras que el movimiento de la nueva cocina vasca, liderado por chefs como Juan Mari Arzak o Pedro Subijana, ha llevado esta gastronomía a niveles de excelencia internacional.
En el corazón de esta rica cultura culinaria se encuentra Donostia, un destino que destaca no solo por su belleza, sino también por ser la capital gastronómica de Euskadi.
Restaurantes de prestigio
La ciudad alberga una impresionante concentración de restaurantes galardonados con estrellas Michelin, como el reconocido Akelarre o Arzak, donde la creatividad y la técnica se combinan para ofrecer experiencias únicas.
Sin embargo, el verdadero espíritu de Donostia se encuentra en sus famosos pintxos, pequeñas obras de arte gastronómicas que adornan las barras de los bares. Desde las clásicas gildas hasta las innovaciones más modernas, los pintxos representan la esencia de la cocina vasca: calidad, sabor y pasión.
Para los amantes de la gastronomía, Donostia no es solo un lugar para comer, sino para celebrar el arte culinario en su máxima expresión. Su mezcla de tradición y modernidad hace de esta ciudad un destino imprescindible para quienes buscan deleitarse con la riqueza y diversidad de la cocina vasca.
