El Lauburu KE Ibarra cayó con dignidad ante el líder de la Primera División estatal, el Peñíscola, en el duelo de octavos de final de la Copa del Rey disputado en un polideportivo Belabieta que vivió una gran fiesta. El conjunto guipuzcoano firmó un trabajado y magnífico encuentro y plantó cara al conjunto castellonense hasta que mediada la segunda parte el rival impuso su poderío para ganar el encuentro. 

Belabieta registró un lleno de los que se recordarán durante mucho tiempo y es que la ocasión no era para menos. El equipo que lideraba la máxima división estatal de fútbol sala visitaba el recinto de Ibarra, que se vistió de gala para la ocasión.

La primera parte resultó muy igualada con ocasiones claras para ambos equipos. El resultado al descanso fue de 1-2. Un gol a placer de Diego Sancho, a falta de 8 minutos, abría el marcador; Víctor Requero ponía la igualada para los locales con un golazo desde fuera del área; sin embargo, un tanto en el último minuto de la primera parte de Francisco Paniagua, Pani, daba ventaja a los visitantes.

En la segunda mitad, el Servigroup Peñíscola demostró la diferencia de categoría entre ambos contendientes (dos divisiones) para sentenciar el duelo. Un gol a los once minutos, otros dos tantos a portería vacía tras robo cuando los locales jugaban con portero-jugador y otro gol a la contra en los instantes finales sentenciaron la eliminatoria a favor de los visitantes. Y a pesar de los dos intentos del equipo guipuzcoano, al que el público llevaba en volandas, para recortar distancias, con goles de Unax Iglesias y Eduardo Riaño, Chuky, no pudieron remontar. El marcador final fue de 3-6, pero Ibarra lo vivió como un auténtico triunfo.