on el objetivo de reflexionar sobre las herramientas y oportunidades para crear espacios urbanos más saludables y de mayor calidad en las ciudades, el pasado 26 de mayo se celebró en Donostia el encuentro Bizitzeko hiri berdeagoak (Ciudades más verdes para vivir), organizado por Fundación Cristina Enea, Ayuntamiento de Donostia y Museo San Telmo. Una interesante charla, moderada por la comunicadora científica de Elhuyar Ana Galarraga, en la que participaron Unai Pascual García de Acilu (profesor de Ikerbasque e investigador del BC3 Basque Centre for Climate Change) e Ibone Ametzaga Arregi (profesora de Ecología en la Universidad del País Vasco).

En un mundo cada vez más urbano, la expansión de las ciudades ha provocado la pérdida de hábitats poniendo en peligro la supervivencia de las especies, provocando alteraciones de los ecosistemas y graves pérdidas de biodiversidad. Según el investigador Unai Pascual, en el camino hacia la sostenibilidad "hay que destacar el papel de las ciudades, cuyo metabolismo socioeconómico tiene un gran impacto en la salud de los ecosistemas del mundo". Una idea, según el propio Pascual "incómoda" pero necesaria de abordar, puesto que según ha vaticinado "será en las ciudades donde se gane o se pierda la batalla de la sostenibilidad".

En 2008 la población urbana superó por primera vez en la historia a la población rural, lo cual, lamenta, ha favorecido "la desconexión sociológica hacia la naturaleza". Para Pascual, la sociedad cada vez más urbanizada "debe recuperar y reforzar sus relaciones con la naturaleza" porque si no se activan nuestros valores de relación con la naturaleza, "no se podrá encontrar una solución justa al problema sistémico de sostenibilidad que vivimos".

SÍ A LA BIOMIMÉTICA

De la misma opinión es la profesora de la UPV Ibone Ametzaga, que cree que en la pérdida de biodiversidad las ciudades tienen cada vez más importancia, ya que suelen presentar, entre otras características, "zonas impermeables, generan contaminación y necesitan mucha energía". Asimismo, ha recordado que se estima que para 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, por lo que "el desarrollo, la gestión y la planificación de las mismas será de vital importancia".

En la línea de búsqueda de soluciones, Ametzaga ha incidido en la idea de la biomimética, que es, precisamente, la ciencia que busca en la naturaleza la inspiración para resolver problemas humanos. "En la naturaleza todo está unido, y es necesario que la infraestructuras urbanas estén conectadas con la naturaleza. Las ciudades tienen que ser habitables para nosotros y también para el resto de especies; es lo contrario a lo que estamos haciendo, porque estamos fragmentando los hábitats".

Desde el mundo científico alertan de que esta pérdida de biodiversidad en el mundo, entre otros riesgos, es un factor determinante para el desencadenamiento de pandemias como la que estamos padeciendo. En este sentido, Unai Pascual, miembro de Ikerbasque y BC3, reivindica que "para conseguir el objetivo del desarrollo sostenible hay que descubrir y abordar caminos más allá de la economía verde", siempre "inventando nuevos modelos de gobernanza". El investigador recuerda que preparar la ciudad para el futuro requiere "proteger y recuperar" la naturaleza, porque "reconvirtiendo nuestros barrios reduciremos las emisiones y aumentaremos y preservaremos la biodiversidad".

habitables para todos

Ametzaga: "Las ciudades tienen que ser habitables para nosotros y para el resto de especies; es lo contrario a lo que estamos haciendo, estamos fragmentando los hábitats"