El PP cruza la línea con las víctimas de ETA: “Gregorio Ordóñez diría que te vote Txapote”

Aunque Hernando pareció querer recoger cable al borrar su tuit a las pocas horas, la respuesta de la hermana del asesinado por la banda terrorista fue categórica. Y muy crítica con los populares. “No hay peor inmundicia que la de aquellos que os atrevéis a decir lo que pensaría Goyo si estuviera vivo”, escribió Consuelo Ordóñez. Hernando borró el tuit y lo volvió a publicar añadiendo algún matiz sintáctico (añadió un “creo que”), pero sin rectificar en su opinión.

El patinazo de Hernando ha supuesto que el PP cruce una línea con las víctimas del terrorismo, en la banalización de su sufrimiento, al permitirse hablar en su nombre y anticipar lo que podrían pensar en caso de estar vivas. De hecho, el senador afirmó en la citada red social –a las 0.46 horas de la noche– que conoció “personalmente” a Gregorio Ordóñez, “y fui amigo suyo durante mucho tiempo hasta que lo asesinaron”. Respecto a la opinión de su hermana Consuelo, que durante los últimos tiempos viene censurando todo tipo de utilización de las víctimas por parte del PP, aseveró que la respeta, “pero ella no representa a todas las víctimas de ETA”. La también presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) no pudo más que efectuar una captura de pantalla y a continuación responder de forma más que contundente. “Para ser tan amigo en estos 28 años no te he conocido. Lo que es obvio es que no aprendiste nada de él”, le señaló, para a continuación denunciar que “no hay peor inmundicia que la de aquellos que os atrevéis a decir lo que pensaría Goyo si estuviera vivo. Ni su propia familia lo hemos hecho jamás”.

Hernando tan solo pudo responder matizando su tuit anterior. De hecho, incluyó un “creo que si Goyo viviera y conociéndole, diría”, en referencia a Pedro Sánchez, “que te vote Txapote”. Para entoces, la polémica ya había estallado en la red social Twitter y las reacciones no dejaron de sucederse durante la jornada de ayer. Y llegó el golpe dialéctico definitivo de Consuelo Ordóñez, que no dudó en asegurar que el “amigo” –por Hernando– “se ha debido de arrepentir de borrar su tuit y lo acaba de volver a poner hace 20 minutos”. Y cerró su respuesta con un lacónico “no hay mayor manifestación de maldad, con conocimiento de causa”. Incluso, el ministro de Interior y candidato al Congreso por Cádiz, Fernando Grande-Marlaska, entró de lleno en el asunto para acusar al PP de utilizar el lema Que te vote Txapote para “jugar con un tema tan duro para la sociedad española, que nos unió a los demócratas y fue la clave de la derrota de ETA”, toda vez que criticó la falta de “valores democráticos reales y efectivos” en la derecha.

Con la excusa de la frase “que te vote Txapote” –en referencia al sanguinario miembro de ETA Javier García Gaztelu, condenado por haber asesinado a 14 personas, entre ellas Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez o Fernando Buesa –, que ha sido profusamente utilizada durante los últimos meses, el PP y Vox vienen tratando de socavar la imagen del presidente Sánchez.

De hecho, la frase se ha viralizado con suma rapidez y hasta ha salido en algunas intervenciones televisivas. Incluso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no tuvo empacho en utilizar esta referencia en una sesión de control de la Asamblea. Y recientemente, Consuelo Ordóñez salió al paso de un vídeo en el que se veía a centenares de personas en la plaza de toros de Iruñea durante las fiestas de San Fermín echando mano de la consabida expresión. “Es lo que pasa cuando la clase política normaliza y banaliza el terrorismo y a los terroristas, a sabiendas del dolor que causa a sus víctimas”, incidió entonces la presidenta de Covite, para a continuación agregar que “este es el nivel de una parte de los votantes de la derecha abertzale. Han alcanzado a sus hermanos de la izquierda abertzale”, concluyó.

Grieta

Sea como fuere, parece que los colectivos de víctimas del terrorismo comienzan a levantar la voz ante su utilización por parte de PP y Vox. Las tensiones arrancaron sobre todo el pasado año, cuando el Gobierno español logró aprobar la Ley de Memoria Democrática. A la convocatoria de Feijóo –apenas unos días después de que se diera luz verde a la normativa– para sentarse en una mesa para analizar la situación abierta no acudieron ni la Fundación Víctimas del Terrorismo ni Covite. El desplante fue una primera gran grieta en la tradicional unión entre víctimas de ETA y PP, una falla que amenaza con derruir la antaño buena sintonía entre ambos.