La transición energética es el proceso mediante el cual las sociedades migran de un modelo energético basado en combustibles fósiles a uno centrado en energías renovables y sostenibles. Este cambio es clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, frenar el cambio climático y aumentar la eficiencia en el uso de la energía. A nivel global, y particularmente en Europa, se han impulsado iniciativas para acelerar esta transición, alineadas con los compromisos internacionales en materia de sostenibilidad y cambio climático.
La UE busca reducir las emisiones en un 55% para 2030 y aumentar el uso de fuentes de energía renovable
En este contexto, la Unión Europea (UE) ha establecido el Pacto Verde Europeo, un conjunto de políticas orientadas a alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. La UE busca reducir las emisiones en un 55% para 2030 y aumentar el uso de fuentes de energía renovable, fomentando la inversión en tecnologías limpias y la eficiencia energética. Este marco europeo marca la pauta para los esfuerzos autonómicos en los distintos estados miembros, incluyendo las acciones que se están desarrollando en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) y Navarra.
Radiografía
Tanto la CAPV como Navarra han tomado medidas significativas para avanzar en la transición energética, en línea con los objetivos marcados por la Unión Europea. En la CAPV, la estrategia gira en torno a la modernización industrial y la reducción de las emisiones de carbono. Ya a principios de año, el Gobierno Vasco destacó la importancia de una transformación industrial que promueva una industria más eficiente y sostenible. Este enfoque incluye el uso de tecnologías de bajas emisiones, la eficiencia en los procesos productivos y el incremento de la producción de energía renovable a través de fuentes como la solar y la eólica.
El Gobierno Vasco destaca la importancia de una transformación industrial que promueva una industria más eficiente y sostenible
En la misma línea, un avance clave en la CAPV ha sido la aprobación de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático que se produjo en febrero de 2024. Esta ley establece un marco regulatorio que promueve la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y fomenta el uso de energías renovables. El reto a largo plazo es que la CAPV reduzca de manera progresiva sus emisiones de CO2, contribuyendo a los objetivos globales de descarbonización.
Por su parte, en Navarra, el gobierno ha implementado un conjunto de políticas orientadas a impulsar la participación tanto de las empresas como de los ciudadanos en la transición energética. Un ejemplo relevante es el programa de ayudas de 28,5 millones de euros destinado a fomentar el autoconsumo energético y mejorar la eficiencia en los hogares. Estas ayudas buscan facilitar la adopción de tecnologías más sostenibles en el ámbito doméstico, como la instalación de paneles solares y la mejora de la eficiencia energética en las viviendas.
El gobierno navarro ha destinado 28,5 millones de euros en ayudas para fomentar el autoconsumo energético
Además, Navarra ha priorizado la formación en transición energética, con la puesta en marcha de 14 cursos durante 2024 dirigidos a técnicos y ciudadanos interesados en especializarse en autoconsumo, energías renovables y la rehabilitación energética de edificios. Esta formación tiene como objetivo no solo preparar a los profesionales para los cambios que se están produciendo en el sector energético, sino también sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de adoptar prácticas energéticas sostenibles en el día a día.
Impacto social de la transición energética
La transición energética tiene un impacto directo en la sociedad y en la economía, especialmente en términos de empleo y transformación laboral. Uno de los efectos más relevantes es la creación de empleo verde, que abarca actividades orientadas a la protección del medio ambiente, la mejora de la eficiencia energética y el desarrollo de energías renovables. El crecimiento de estos sectores está generando nuevas oportunidades laborales, especialmente en áreas como la ingeniería, la construcción y la investigación tecnológica.
En la CAPV y Navarra, la transición energética supone una oportunidad para la creación de empleos de calidad en sectores sostenibles. Sin embargo, también plantea retos importantes para aquellos trabajadores vinculados a industrias basadas en combustibles fósiles, que podrían verse afectados por la reestructuración económica. En este contexto, la formación y la capacitación laboral resultan esenciales para facilitar la adaptación de la fuerza laboral a las nuevas demandas del mercado. De hecho, la Fundación Biodiversidad ha estimado que la transición hacia una economía verde en España podría generar más de 300.000 empleos en las próximas dos décadas.